En medio de la crisis sanitaria por la covid-19 que hoy vive Honduras, la Virgen de Suyapa renueva la fe entre los feligreses que hoy celebran 274 años de milagros.
Casi vacía y singular, así se vió la basílica de la patrona de Honduras, la Virgen de Suyapa, que a diferencia de años anteriores rebosa de creyentes que viajan desde todos los rincones del país.
La covid-19 se encargó una vez más de hacer cambios a una tradición nacional y alteró incluso las sagradas peticiones a la Madre de Dios.
«Te rogamos querida madre por los médicos, enfermeros y enfermeras en esta dura misión de lucha contra la covid-19 porque ellos en la tierra no se cansan de hacer el bien», solicitó el representante del Papa Francisco en Honduras.
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A pesar de alguno que otro cambio, las autoridades responsables del evento, prometieron igual que años anteriores, alborada, juegos pirotécnicos y «cañonazos».
Sin embargo, y a diferencia de las últimas ocasiones cuando más de dos millones de peregrinos se acercaban a la Basílica de Suyapa, hoy los mismos feligreses tendrán que disfrutar del festejo por medio virtuales debido al riesgo de contagio del coronavirus.
La eucaristía
El encargado de celebrar tan solemne acto en honor a la Virgen de Suyapa, fue el Nuncio Apostólico, Monseñor Gábor Pintér, quien acompañado de otros otros 60 sacerdotes, enviaron un mensaje de fe en tiempos de pandemia a la población hondureña.
«Gracias a los medios de comunicación, porque así nos podemos acercar a los enfermos y tristes, a los que la están pasando mal, a los que están fuera del país, para ellos es nuestra oración», proclamó Pintér.
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Durante los actos de eucaristía, reflexionó sobre el pasaje bíblico en el que la Virgen María intercede en Caná de Galilea, por la falta de vino en una boda y Jesús cede ante la petición de su madre y convierte el agua en tinajas de vino.
Posteriormente, Pintér se refirió a todos los creyentes de la madre de Cristo, para que iniciaran este complicado año con fe.
«Honduras no puede decir que no tiene vino, todos hemos recibido de manos de María a Jesucristo y el nuevo y mejor vino», añadió el representante del Vaticano en Honduras.
Para finalizar, Pintér pidió por la intercesión de la Virgen en la vida de los hondureños, «hagan lo que él diga, en las acciones de los gobernantes y la clase política en las próximas elecciones».
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