Tras varias semanas de estar delicada de salud, Sor María Rosa, murió hace unos minutos en su casa de habitación, según confirmaron sus hijos adoptivos.
Ese calificativo se lo ganó gracias a décadas al servicio de los más pequeños de Honduras.
En 1966 fundó la Sociedad Amigos de los Niños, una casa hogar que ha brindado refugió a los niños desposeídos del país, y desde entonces, a la fecha unos 100 mil hondureños han sido beneficiados.
A las 9:24 de la mañana de este 16 de octubre la religiosa de 93 años partió al cielo, confirmó uno de sus hijos y médico que siempre estuvo presente durante estas últimas semanas.
El pasado 10 de julio, Sor María fue diagnosticada con coronavirus, pasando momentos difíciles al punto que tuvieron que hospitalizarla, pero logró superarlo en agosto y recibió el alta médica.
«Estoy segura que nuestro Señor está acá a mi lado, sentadito dentro de mi corazón y estoy segura Él también está al lado de todos y cada uno de ustedes», dijo Sor María al dar positivo a COVID-19.
El pasado martes, el cardenal Óscar Andrés Rodríguez y el sacerdote Carlomagno Núnez, llegaron para orar por ella y darle los santos óleos.
La franciscana fue presentando deterioro en sus órganos vitales, sufriendo recaídas por problemas hepáticos preexistentes.
Las últimas semanas fueran las más críticas, su estado de salud fue empeorando.
Según contaron sus hijos adoptivos, tuvieron la oportunidad de despedirse, cada uno pudo compartir unos minutos con ella.
Referente al velatorio y entierro, en las próximas horas estarán detallando los actos que se desarrollarán con todos los protocolos de bioseguridad.
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