Queriendo llevarse una fuerte suma de dinero, un hombre causa la muerte de 36 personas.
Al menos 36 personas murieron asfixiadas durante el asalto a un casino en el sur de Manila, capital de Filipinas, perpetrado la noche de este jueves por un hombre armado, informó la Policía.
Un hombre con arma en mano asaltó el casino, incendió mesas de juego en el abarrotado espacio, creando una asfixiante nube de humo matando al menos a 36 personas, dijeron autoridades este viernes. El atacante llenó una mochila con fichas de casino antes de huir, pero fue hallado muerto más tarde tras un aparente suicidio en un hotel adyacente.
Según informó el jefe de la pilicía metropolitana de Manila, Oscar Albayalde, las 36 personas perecieron por asfixia e inhalación de humos. Ninguno de los cuerpos presentaba heridas de bala.
Albayalde considera que el homicida podría ser de procedencia extranjera. «Parece caucásico, habla inglés, es alto y blanco, por lo que probablemente es extranjero», manifestó.
Previamente, la Policía filipina había confirmado la muerte del varón fuertemente armado que asaltó el casino. El sospechoso se había atrincherado en la habitación 501 del complejo, envuelto en sábanas rociadas de gasolina y prendido fuego, en lo que ha sido catalogado como suicidio por según la versión oficial.
A pesar de que el ataque fue reivindicado por el Estado Islámico, la Policía asegura que el motivo del asalto era robar un botín de 130 millones de pesos filipinos (unos 2,6 millones de dólares, 2,3 millones de euros) en fichas del casino. El atacante «o perdió en el casino y quiso recuperar sus pérdidas o se volvió completamente loco», apuntó Albayalde.
La información fue confirmada más tarde por el portavoz de la presidencia, Ernesto Abella, a la prensa. «Esta situación particular en Manila no está relacionada de ninguna manera con un ataque terrorista», expresó.
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