Las tormentas solares, fenómenos espaciales originados en la superficie del Sol, están en el radar de los científicos debido a su potencial impacto en la Tierra.
Estas erupciones liberan grandes cantidades de energía en forma de radiación electromagnética y partículas cargadas, que pueden afectar desde las comunicaciones por satélite hasta las redes eléctricas y los sistemas GPS.
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Según el Servicio de Clima Espacial México (SCIESMEX), aunque las tormentas solares son constantes, no se puede prever con exactitud cuándo una de ellas podría tener un impacto significativo en nuestro planeta.
Sin embargo, expertos como Juan Américo González Esparza, del Instituto de Geofísica de la UNAM, señalan que entre 2024 y 2025 podríamos enfrentar una de gran magnitud, ya que el Sol sigue un ciclo de actividad de aproximadamente once años.
¿Auroras boreales?
Estas tormentas no solo traen consigo la posibilidad de interferencias tecnológicas, sino también un espectáculo visual: las auroras boreales; incluso en aquellos lugares que no son usuales.
Ante la posibilidad de enfrentar una tormenta solar de gran intensidad, se recomienda estar informado sobre las actualizaciones proporcionadas por las autoridades encargadas del monitoreo espacial.
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En cuanto a la mejor época para presenciar auroras boreales, las noches despejadas desde finales de agosto hasta mediados de abril suelen ser ideales.
Sin embargo, con una gran tormenta solar, incluso los meses de verano podrían ofrecer este espectáculo natural. Septiembre y marzo son meses propicios, y en términos de oscuridad, el invierno es la mejor temporada para disfrutar de este fenómeno celestial.
