La reciente intensificación de las políticas migratorias por parte del gobierno de Donald Trump ha generado incertidumbre sobre el impacto en los ingresos por remesas a Honduras. Sin embargo, desde el sector privado se descarta una caída significativa en el corto plazo.

Según los especialistas, aunque podría haber un incremento temporal en los envíos de remesas en los primeros meses debido a la incertidumbre generada, los efectos a largo plazo dependerán de los acuerdos que logre el gobierno de Honduras con las autoridades estadounidenses.

«En primera instancia, no veremos un efecto negativo, y es más probable que veamos un aumento en los envíos durante los primeros seis meses, debido a la incertidumbre generada por las nuevas políticas», aseguran desde la empresa privada.

Los especialistas recalcan que lo más importante será la estrategia que implemente el gobierno de Estados Unidos y las medidas que tome el gobierno hondureño para contrarrestar los posibles efectos adversos.

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Donald Trump ataca con fuerza a los inmigrantes

El presidente Donald Trump ha anunciado un aumento en las deportaciones, un aspecto que preocupa especialmente a los migrantes hondureños. Frente a esto, los expertos coinciden en que las acciones del gobierno de Honduras serán clave. «Nuestra responsabilidad como país es prepararnos para generar oportunidades tanto para los hondureños que no se vayan como para aquellos que regresen», indican.

A pesar de la incertidumbre, los ingresos por remesas siguen siendo una fuente vital de ingresos para el país. Al cierre del año anterior, Honduras contabilizó 9.743 millones de dólares en remesas, de los cuales el 85% proviene de los Estados Unidos. Este flujo de dinero es esencial para la economía hondureña, y la forma en que se manejen las políticas migratorias podría influir de manera significativa en su sostenibilidad.

La situación migratoria en Estados Unidos ha cambiado drásticamente bajo la presidencia de Donald Trump, con un enfoque renovado en la detención y deportación de inmigrantes indocumentados. Esto ha generado un clima de incertidumbre, no solo para los migrantes, sino también para la economía de los países que dependen de las remesas, como Honduras. A medida que las políticas se endurecen, el futuro de los ingresos por remesas podría depender de las negociaciones y medidas que tome el gobierno hondureño frente a estos cambios.

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