Sin salida jovencitas que son acechadas por las maras

Los femicidios en Honduras se incrementan, los últimos ocurrieron el domingo pasado, cuando dos jovencitas fueron brutalmente asesinadas por un supuesto pandillero que acosaba a una de ellas .

Las mujeres a nivel nacional están expuestas ante muchos peligros. Al parecer ser joven y bella o vivir en zonas denominadas “Calientes” , las coloca en un blanco perfecto para las pandillas y los mareros que están siempre a «la caza de chicas», para que sean sus novias o para que realicen trabajos ilícitos junto a ellos.

Son sometidas a tal punto que reciben constantes amenazas a muerte y hasta corren el riesgo de perder a sus familias, las acorralan tanto que no les queda otra opción que acceder a las peticiones de estas asociaciones ilícitas por el miedo a lo que les pueda pasar.

«No hay opción de negarnos si algún miembro de una banda criminal nos solicita, estamos obligadas a cumplir con lo que se nos mande», apuntó una víctima. Los casos son innumerables de compatriotas que han dejado el país huyendo de esta terrible realidad.

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Según una investigación realizada por InSight Crime las mujeres son reclutadas por las maras para realizar doble funcion. Usarlas como «mulas» ya que consideran que ellas pasan desapercibidas por las autoridades, ademas para que realicen trabajos como cocinar, cuidar a los hombres, los niños y los enfermos.

En una entrevista otorgada a Unicef, una ex pandillera llamada Brenda relata las pruebas que le impusieron cuando su marido que también era pandillero quiso salirse de ese grupo.

“Cuando él decidió abandonar el grupo, las reglas de la mara me obligaban a matarlo. Y lo intenté varias veces, pero no pude”, recuerda con aparente tranquilidad. ¿Y qué le llevó a desobedecer las normas? “Ya por entonces teníamos un hijo, ¿cómo iba a matarlo? Él no hacía más que desearme cosas buenas, tratarme con cariño. Vi que era un hombre humilde y que de verdad me quería, por encima de la pandilla. Supe entonces que yo también tenía que salir de aquello”, afirma.

La Iglesia Católica lamenta profundamente la situación de la mujer en Honduras y advierte que se debe ser precavido y que todos en nuestros barrios tenemos que ser guardianes y saber qué es lo que está ocurriendo entre nosotros y tomarnos en serio la seguridad de nuestro prójimo y la nuestra.

Hoy en día pertenecer a una banda criminal ya no solo es cuestión de hombres, muchas mujeres son miembros activos de estas asociaciones ilícitas debido al acecho que sufren. Pero su salida no es fácil, eso significa una ofensa para la banda, la que se paga con la muerte.

La “Mara Salvatrucha -13” (MS-13) y el “Barrio18” (la “18” simplemente) son las principales pandillas de Honduras. Son las más temidas por la población debido a sus más elevados niveles de violencia, armamento y vinculación con el crimen organizado. Muchas mujeres viven con miedo, no saben si al salir de sus casas van a regresar con vida.