Cerca de los 60 años, que cumplirá en marzo, feliz y muy sonriente, no oculta la alegría por su vuelta ni las razones de su ausencia.
Sharon Yvonne Stone ,actriz que fue lanzada a la fama cuando protagonizó la película «Instinto Básico», desde entonces ocupa un lugar de privilegio en la industria cinematográfica y fue una de las principales sex symbol de los años 90.
Más allá de criar a sus hijos, Roan, Laird y Quinn, también ha superado serios problemas de salud.
“Nunca pensé que sufriría un derrame cerebral que cambiaría mi vida para siempre. No sabía si volvería a trabajar, si recuperaría mis funciones… ¡No pude escribir mi nombre durante tres años!”, recuerda la actriz.
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Perdió la visión del ojo derecho, la sensibilidad en la pierna izquierda y mermó su capacidad auditiva. Sufrió ataques y tartamudeaba al hablar, junto a problemas de memoria.
No ha estado este tiempo mano sobre mano y trabajó en muchos papeles secundarios. Hasta le suponía un esfuerzo recordar sus líneas de diálogo.
Stone, ahora se muestra “llena de gratitud” con Soderbergh por haber contado con ella para un nuevo trabajo dentro de la televisón. “Rodamos 30 páginas al día, con Steven a la cámara y sin luces. Fue casi teatro. No hubo un segundo muerto”, señala.
La intérprete enfatiza que el cambio que vive Hollywood. Stone está orgullosa, pero, al tiempo, muestra su cautela.
Sin miedo al debate y contenta de que las mujeres puedan decir lo que viven y los hombres sepan que sus acciones tienen consecuencias.
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