El Senado de Estados Unidos (EE. UU) aprobó una fiscal este sábado propuesta por el presidente Donald Trump, que reducirá el pago de impuestos para las mayores empresas y los más ricos de Norteamérica, mientras que ofrece a los estadounidenses comunes, una mezcla de cambios impositivos, según reporta Reuters.
El Senado aprobó el proyecto de ley en una votación de 51-49, y los demócratas se quejaron de que las enmiendas de último minuto para ganarse a los republicanos escépticos estaban mal redactadas y eran vulnerables a ser aprobadas más tarde.
Este sería el mayor cambio en las leyes impositivas de EE. UU. desde la década de 1980, con la cual los republicanos quieren sumar 1,4 billones de dólares en 10 años a la deuda nacional de 20 billones de dólares para financiar cambios que, según ellos, impulsarán aún más una economía en crecimiento. Trump elogió al Senado por aprobar «una tremenda reforma tributaria» y dijo que «la gente estará muy, muy feliz».
Una vez que el Senado y la Cámara de Representantes concilien sus respectivas versiones de la legislación, el proyecto de ley resultante podría reducir la tasa del impuesto corporativo de un 35% a un 20 o 22%.
Para los líderes republicanos, los recortes tributarios alentarían a las empresas de EE. UU. A invertir más y estimular el crecimiento económico.
«Ahora tenemos la oportunidad de hacer que Estados Unidos sea más competitivo, evitar que los empleos se envíen fuera de la costa y proporcionar un alivio sustancial a la clase media», dijo Mitch McConnell, el líder republicano en el Senado.
Ningún demócrata votó a favor del proyecto de ley, pero no pudieron bloquearlo porque los republicanos tienen una mayoría del Senado de 52-48.
«Los republicanos han logrado tomar una mala ley y empeorarla», dijo el líder demócrata del Senado Chuck Schumer. «Bajo el amparo de la oscuridad y con la ayuda de la prisa, una ráfaga de cambios de última hora arrojará aún más dinero en los bolsillos de las grandes y ricas corporaciones».
Las conversaciones comenzarán, probablemente la próxima semana, entre el Senado y la Cámara de Representantes, que ya aprobó su propia versión de la legislación, para conciliar sus respectivos proyectos de ley.
Trump pretende que la reforma se dé antes de fin de año, lo que le permitiría a él y a los republicanos obtener su primer gran logro legislativo de 2017 después de haber controlado la Casa Blanca, el Senado y la Cámara desde que asumió el cargo en enero.
La revisión de los impuestos es vista por Trump y los republicanos como cruciales para sus perspectivas en las elecciones intermedias en noviembre de 2018, cuando tendrán que defender sus mayorías en el Congreso.
En una batalla legislativa que avanzó tan rápido que el borrador final del proyecto de ley no estuvo disponible para el público hasta horas antes de la votación, los demócratas criticaron los recortes de impuestos propuestos como un regalo a las empresas y los ricos financiaron con miles de millones de dólares en deuda de los contribuyentes .
El marco para los proyectos de ley del Senado y de la Cámara fue desarrollado en secreto durante unos meses por media docena de líderes republicanos en el Congreso y asesores de Trump, con pocos aportes de la base del partido y ninguno de los demócratas.
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