Anda todo el día en su silla de ruedas haciéndole publicidad a los negocios del comercio progreseño, siempre alegre, saludando y viendo en qué puede ser útil…
Melvin Santiago Zúniga Pinto es conocido por los progreseños por el nombre de “Santi” y es muy popular porque recorre a diario las calles de la ciudad en una silla de ruedas que ha convertido en unidad de sonido.
Santi forma parte de la Asociación de Publicistas Progreseños (Asopupro) y es admirado por su determinación y entrega a su trabajo, que no se rinde ante los retos que la vida le pone a su paso.
Nació en Campo Rojo, Cortés, el 10 de diciembre de 1970. Cuando se le consulta el nombre de sus padres prefiere callar, ya que expresa que ambos le abandonaron cuando más vulnerable estaba: a la edad de cinco meses y afectado por la poliomielitis.
Relata que fue criado por sus abuelos, don José Inés Zúniga y doña María Concepción Antúnez, residentes en el municipio de Yoro. Al morir su abuelo, doña María decidió emigrar para la ciudad de El Progreso, donde había más oportunidades de trabajo.
Por mucho tiempo fue lustrabotas y conserje, lo cual le permitió ganarse el sustento sin necesidad de andar pidiendo limosna. Manifiesta que para su fortuna vino a una ciudad donde la gente es muy especial y se encontró con amigos que le dieron afecto y ayuda.
Entre ellos destaca al publicista Luis Sierra, un microempresario que al ver sus deseos de superación decidió impulsarlo donándole una estructura metálica que adaptó a la silla de ruedas para que pudiese andar por las calles como unidad de sonido, promocionando los negocios locales.
“Eso sin duda subió mi autoestima y ahora me ocupo, con el ejemplo, de subirle la moral a otras personas que, teniéndolo todo, tienen más retos que yo, porque los tienen en su mente”, expresa.
¿Usted qué opina?