La cancelación del TPS aflojan las cuerdas de la esperanza de los inmigrantes salvadoreños de lograr algún día un estatus legal permanente en EEUU.
Testimonio de salvadoreña
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La decisión ejecutada hoy por el Gobierno del presidente Donald Trump pone contra las cuerdas cualquier esperanza que perdurara entre los migrantes de lograr una solución permanente a su situación, por la que se han visto forzados a ir renovando la concesión.
«Nos hemos quedado sin palabras y nadie dice qué nos pasará después», dice desconcertada Berta Soledades, salvadoreña beneficiaria de TPS a las puertas de la Casa Blanca, dondeacudió junto a decenas de inmigrantes a rechazar la cancelación de la medida, aunque aún no ha asimilado la decisión oficial.
«No estamos aquí de gratis», reivindica Soledades, que minutos antes de ser entrevistada por los medios había rechazado ubicarse frente a una cámara a causa de la ansiedad y de la incertidumbre que le provoca la cancelación del permiso.
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Afectada junto a otros 260,000 salvadoreños más,considera que tienen derecho a una «residencia permanente» y comenta que no cejarán en su empeño y continuarán luchando por conseguirlo.
Otro testimonio
La coyuntura que afronta Lindolfo Carvallo es muy diferente pese a que su origen y el de Berta Soledades son similares.
Carvallo es ciudadano estadounidense, llegó al país en 1990 desplazado por la guerra civil en El Salvador y se acogió al TPS hasta 1997.
Desde su llegada, Carvallo aportó trabajo y esfuerzo para contribuir a la sociedad estadounidense y hoy busca apoyar a aquellos inmigrantes que tienen necesidades parecidas a las que él vivió en el momento de entrada al país, según narra la prensa digital de El Salvador.
«Todos tenemos derecho a vivir aquí y que lo hagamos no debería ser un acto de suerte», afirmó a Efe Carvallo, que multiplica los aspavientos a medida que califica las decisiones de Trump en materia de inmigración.
Para él, el Gobierno Trump trata a los inmigrantes «peor que a los animales» después de cancelar los TPS de Haití, Nicaragua y El Salvador y el programa de Acción Diferida (DACA), que protegía de la deportación a jóvenes indocumentados que llegaron de niños al país.
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¿Que le espera a Honduras con la cancelación del TPS?
La cancelación del TPS para los salvadoreños llega dos meses después de que Honduras recibiera un extensión de seis meses más, el cual vence el 5 de julio de este año.
Ante esta situación, la incertidumbre invade a al menos 56,690 hondureños amparados por el TPS.
Para Ricardo Puerta, sociólogo e investigador, asegura que la cancelación del TPS a El Salvador no ubica a Honduras en una situación diferente. Es preocupante por el corto lapso de tiempo.
«En primera instancia este periodo que le brinda Estados Unidos a El Salvador hace pensar que Honduras podría recibir un trato similar, es decir; en julio obtener 18 meses más para los tepesianos hondureños, tiempo que le permitiría al Congreso norteamericano discutir y aprobar una reforma migratoria que impida una eventual deportación».
Se les conoce como «tepesianos» a todos los amparados por el TPS.
Por su parte el embajador de Honduras en Washington, Marlon Tábora, considera que la lucha debe continuar. El funcionario comentó que lo que sucedió ya lo tenían previsto hasta cierto punto.
El embajador considera que las elecciones en noviembre en la Cámara Baja de representantes es una salida al TPS. En los votantes radica una verdadera presión para obtener una reforma migratoria.
Algunos de los escenarios en los que se verán los amparados por el TPS
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El TPS se creó bajo la Presidencia del republicano George H.W. Bush (1989-1993), cuando el Congreso estableció un procedimiento que permite al Gobierno otorgar un permiso temporal de residencia y trabajo a los nacionales de países afectados por conflictos bélicos, epidemias o desastres naturales.
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