Varios políticos hondureños reaccionaron tras ser incluidos en la segunda lista de corrupción que elaboró el Departamento de Justicia de los Estados Unidos.
Entre ellos destacan la ex vicepresidenta del Congreso Nacional, Gladis Aurora López, quien considera como un acto de alevosía su inclusión en la “lista negra”, porque no comprende de dónde sacaron la cifra que le imputan.
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“He demostrado mi inocencia ante la justicia hondureña en un proceso que se inició el 11 de diciembre y que la cantidad por la que estoy demostrando mi inocencia es de 349 mil lempiras de Honduras”.
A López la acusan por presuntamente malversar 879 mil dólares de fondos públicos.
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También el exalcalde de San Pedro Sula, Oscar Kilgore, manifiesta que “lo del informe es una acusación sin juicio ni razón”.
Pero que, a fin de cuentas, al ser perseguido por once años, ya le parece hasta comprensible que lo incluyan en la lista.
“Me he defendido donde lo tenía que hacer en los tribunales de justicia, ellos me señalan por una imputación en la cual salí sobreseído”, señaló Kilgore.
Kilgore fue acusado en 2017 de enriquecimiento ilícito y malversación de fondos públicos. En 2015 fue declarado culpable por malversación.
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Mientras tanto, la exdiputada del Congreso Nacional, Lena Gutiérrez, elaboró un comunicado en el que comenta que está a escasos días de enfrentar un juicio por la venta de un medicamento “que no fabriqué”.
Asimismo, mencionó que nunca defraudó al Estado de Honduras por 120 millones de dólares, tal como asegura el listado.
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