Por el horrible e inhumano crimen de Anthony, la madre y el novio estarían condenados a la pena capital por la muerte del niño de 10 años.
Audiencia de los acusados
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La Fiscalía del condado de Los Ángeles agregó este miércoles nuevos cargos contra una madre y su novio, acusándolos de torturar hasta la muerte a Anthony Ávalos, de 10 años, por lo cual serían elegibles a la pena de muerte. Ambos se declararon inocentes.
Las nuevas acusaciones contra Heather Barron, de 29 años, y su novio Kareem Leiva, de 32, alegan que fue intencional el asesinato del niño y que lo torturaron en los días previos a su muerte el 21 de junio.
Según el maltrato descrito por el fiscal Jonathan Hatami, después de que el menor expresó que le gustaban los niños, Leiva la emprendió contra él durante los siguientes días: le pegó con un cinturón, lo azotó contra la pared, le echó salsa picante en la cara, lo colgó bocabajo, lo dejó caer de cabeza y hasta lo obligó a arrodillarse sobre arroz.
Además –afirmó Hatami– el hombre le prohibió usar el baño y lo forzó a pararse por varias horas en una esquina de su apartamento en Lancaster. Tanto sufrió el menor que permaneció inconsciente en su cuarto durante horas y en un momento no pudo comer solo.
Los castigos sucedieron durante cinco días, hasta que los paramédicos llegaron tras una llamada al 911 hecha por la madre. Lo llevaron a un hospital, donde finalmente perdió la vida.
Ella aseguró que el menor había sufrido una caída, pero los detectives abrieron inmediatamente una investigación por las graves lesiones que tenía.
El maltrato también incluyó a por lo menos tres hermanos de Anthony, a quienes golpearon con una manguera, los obligaron a permanecer agachados frente a una pared y les arrojaron pañales sucios, detalló el fiscal.
Leiva golpeó con tanta fuerza al hermano menor de Anthony que necesitó puntos de sutura para cerrar una herida que le causó en su cabeza.
Los fiscales aún no han decidido si buscarán la pena de muerte contra Barron y Leiva, quienes han permanecido encarcelados sin derecho a fianza desde que fueron arrestados unos días después de la muerte del niño. Ellos tienen una siguiente vista judicial el 27 de noviembre.
Por su parte, la tía de Anthony, María Barron, dijo afuera de la corte que su sobrino «no merecía todo el dolor que soportó» y volvió a responsabilizar al Departamento de Servicios para Niños y Familias del condado de Los Ángeles (DCFS), que recibió decenas y decenas de quejas sobre el abuso del que era víctima el pequeño, pero lo dejó seguir en custodia de su madre y el novio de esta.
El organismo investigó 88 denuncias de abuso desde 2013 y aún así Anthony continuó hasta el día de su muerte en esa vivienda.
«Mi corazón está roto, saber que no lo pude salvar. Ellos podrían recibir la pena de muerte, pero eso no traerá a Anthony de regreso», expresó la tía del menor.
En un comunicado, el director del DCFS, Bobby Cagle, dijo que la agencia continúa colaborando con el Sheriff angelino en esta investigación.
«A medida que nuestro departamento se lamenta por la muerte sin sentido de Anthony Avalos, mi enfoque principal debe estar en la revisión exhaustiva, de arriba a abajo, para determinar exactamente lo que sucedió y lo que debe suceder para salvaguardar vidas inocentes en el futuro», señaló Cagle.
Los fiscales preveen que el juicio contra esta pareja iniciaría a principios de 2019.
Las macabras coincidencias en las muertes de dos niños hispanos impulsan la ‘Ley Gabriel’
Conforme se descubren detalles sobre las circunstancias en las que perdió la vida Anthony Ávalos, de 10 años, estas se asemejan cada vez más al fatal desenlace de Gabrielito, de 8 años.
Ambos niños de Los Ángeles sufrieron fractura de cráneo, fueron torturados por las parejas de sus madres y habían dicho ser gay; pero lo más preocupante: en los dos casos hubo denuncias de abuso previas.
fuente univision
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