La Organización Mundial de la Salud (OMS) aclaró que “no hay razón” para descontinuar el uso de la vacuna producida por la farmacéutica AstraZeneca, luego que varios países decidieran suspender su empleo de manera preventiva.
La decisión surgió después de que se notificó sobre una pequeña cantidad de personas que desarrollaron coágulos después de ser inmunizados.
Dinamarca, Islandia, Noruega y Bulgaria anunciaron el jueves que no usarían las inyecciones de la fórmula británico-sueca, invocando el principio de «precaución».
La portavoz de la OMS, Margaret Harris, expresó que “no hay razón para dejar de usarla” ya que no se ha podido comprobar que las complicaciones médicas estén directamente relacionadas con el tratamiento.
«Debemos continuar usando la vacuna«, dijo Harris.
Otros países, incluidos Reino Unido, Alemania, Francia, Portugal, Australia y México, indicaron que continuarán utilizando la fórmula de AstraZeneca.
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«Un análisis de nuestros datos de seguridad de más de 10 millones de registros no ha mostrado evidencia de un mayor riesgo de embolia pulmonar o trombosis venosa profunda (TVP)», dijo un portavoz de la farmacéutica.
Informes
Harris, indicó que se están investigando los reportes pero hasta ahora no se ha establecido ninguna relación causal entre la aplicación del antídoto y los problemas de salud reportados.
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El organismo recibió informes de sobre 30 eventos de tromboembólicos, entre los 5 millones de personas que han recibido la dosis en el continente europeo.
También se registró la muerte de un hombre de 50 años en Italia después que desarrolló una trombosis venosa profunda, un trastorno producido por un coagulo de las piernas, después de haber sido inoculado.
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