La experiencia le dice a los sindicalistas que la negociación del salario mínimo no es sinónimo de beneficio para los trabajadores. Por lo que al inicio de una nueva ronda negociadora deben poner en claro varios puntos.
Una de las principales preocupaciones es que no todas las empresas o patronos cumplen con esta obligación. La otra es que A menudo, los precios de los productos de la canasta básica sufren incrementos antes que sea aplicado el nuevo salario mínimo.
Aquí los criterios de obreros, empresarios y gobierno.
[jwplayer kBWCCdKE]Por esa razón el dirigente obrero, Hilario Espinoza dice que para esta nueva negociación, “pedirán una revisión general de salarios para que todos los trabajadores que no son abarcados por los sindicatos, puedan tener también un reajuste, porque negociar un salario mínimo es una cosa muy pequeña”.
Mientras que dirigente empresarial Jimmy Dácaret no se muestra muy receptivo con esta idea, al considerar que, “solo seguimos produciendo el 30% de lo que consumimos, porque se necesitan más incentivos y que realmente el Estado se vuelva un facilitador”.
Ante la situación varias veces denunciada, acerca del incumplimiento patronal para con la ley, el ministro del trabajo, Carlos Madero dijo que han venido haciendo labor de concienciación en este sentido.
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“Porque la finalidad última no es estar multando, es que las empresas cumplan con los trabajadores y eso es lo que estamos viendo que se está llevando a cabo en la actualidad y en hora buena para la clase trabajadora”.
No es exactamente así como lo plantea la dirigencia obrera, pero quizá al momento de iniciar las rondas negociadoras, hacia los primeros días de diciembre se den coincidencia de criterios, para evitar largas al tema.
¿Usted qué opina?