Expertos han revelado la edad donde las personas tienen más encuentros íntimos, debido a diferentes factores, entre ellos el autoconocimiento de su cuerpo y de sus preferencias sexuales.
Contrario a la creencia popular de que los veinte años son la etapa más activa en términos de encuentros íntimos, un reciente estudio realizado por la empresa de juguetes sexuales Lelo ha revelado que la mayor frecuencia de actividad sexual ocurre entre los 30 y los 40 años.
El análisis, basado en encuestas a más de 10,000 personas de distintos países, muestra que este grupo de edad mantiene el mayor número de relaciones sexuales, seguido de cerca por quienes están en sus veintes.
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Valérie Tasso, sexóloga e investigadora francesa y embajadora de Lelo, explicó a CuídatePlus que este fenómeno se debe a una «sexualidad adultista».
Según ella, a medida que las personas alcanzan los 30 y 40 años, «nos conocemos mejor por dentro y por fuera y sabemos lo que queremos, por lo que mantenemos más relaciones sexuales«.
Sin embargo, también señala que este dato enmascara un problema, ya que la encuesta no abarca la franja de edad superior a los 50-60 años, lo que podría reflejar un estigma asociado a la sexualidad en la menopausia.
También, argumenta que, a menudo, se subestima el potencial de la sexualidad en etapas posteriores de la vida. «La menopausia puede ser la mejor época para tener relaciones sexuales porque es cuando las parejas no tienen tanta presión y tienen una visión más amplia de su cuerpo«, asegura.
Otros datos sobre la sexualidad
La sexóloga critica la noción de que una relación sexual se define únicamente por la penetración y enfatiza que las caricias y otros estímulos deben considerarse como parte de una relación sexual completa.
El estudio también revela que tan solo el 1% de los encuestados afirma no haber alcanzado nunca un orgasmo o haberlo logrado de forma esporádica.
No obstante, se estima que el porcentaje real de personas que sufren anorgasmia, especialmente mujeres, podría ser mucho mayor, entre el 25% y el 30%.
En cuanto al impacto del estrés en la sexualidad, el estudio de Lelo revela que el 57.46% de los encuestados considera que el estrés es el principal obstáculo para su deseo sexual.
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La preocupación por la imagen y el uso excesivo del móvil también afectan el apetito sexual de un porcentaje significativo de personas.
Tasso aconseja que para disfrutar de relaciones sexuales satisfactorias, es fundamental «evitar cualquier interferencia durante el acto sexual» y ver el sexo como una forma de reducir el estrés.
