En una impactante revelación, uno de los jóvenes responsables del asesinato de la maestra Aleyda Nohemí Cabrera Santos (35) confesó ayer su participación en el crimen y expresó su arrepentimiento.

“Me arrepiento. «Ella fue mi profesora», dijo el detenido durante su declaración.

La docente fue hallada sin vida el lunes pasado en una montaña de Gualaco, Olancho, tras haber sido secuestrada días antes. Equipos especiales de la Dirección Policial de Investigaciones (DPI) detuvieron a dos jóvenes de 20 y 21 años, quienes están involucrados en el secuestro de la maestra, cuyo rescate fue demandado en 3 millones de lempiras.

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Captura de los supuestos responsables del crimen

La captura se llevó a cabo en la aldea La Peña, ubicada en el municipio de Gualaco, donde la víctima fue encontrada en una fosa clandestina, según detalló el portavoz de la Policía Nacional, Edgardo Barahona.

Durante su declaración, uno de los detenidos afirmó que conocía a la maestra y a su familia, y expresó su arrepentimiento por el crimen, aunque justificó sus acciones alegando que su familia estaba en peligro.

Tres millones exigían por la libertad de las profesora

El lunes 14 de enero 2024, Aleyda Cabrera, conocida cariñosamente como “la profe” en Gualaco, fue interceptada.

En ese momento la educadora transitaba por una zona cercana al centro del municipio.

Aquella misma noche, sus familiares recibieron una llamada de los secuestradores, quienes exigieron un rescate de 3 millones de lempiras a cambio de su libertad.

Además, los delincuentes advirtieron a los familiares que no informaran a las autoridades, bajo la amenaza de que la vida de la docente corría peligro debido a un supuesto ajuste de cuentas.

Investigación del caso

Frente a esta grave situación, la DPI activó de inmediato un equipo especializado en la investigación.

Las fuerzas del orden han utilizado avanzadas técnicas de análisis de llamadas y rastreo de comunicaciones.

A pesar de los esfuerzos por localizar a la víctima, lamentablemente, la investigación condujo al hallazgo de su cuerpo sin vida.

Este crimen ha conmocionado a la comunidad educativa y a los habitantes de Gualaco.

Sus habitantes la recuerdan con cariño a la maestra Aleyda Cabrera como una persona dedicada a su labor y comprometida con el bienestar de sus estudiantes.

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