Tegucigalpa se ha convertido en la primera ciudad en implementar un avanzado sistema de monitoreo climático, este desarrollo permitirá a las autoridades de la Alcaldía Municipal y a los habitantes de zonas vulnerables estar mejor preparados ante los futuros problemas causados por el clima.
Actualmente, Tegucigalpa ha instalado modernos instrumentos de medición en lugares estratégicos. Estos dispositivos, parte del proyecto de Sistema de Monitoreo y Alerta Temprana, permiten monitorear en tiempo real la calidad del aire, la cantidad de lluvia caída, los niveles de ríos y quebradas, la velocidad del viento, y los movimientos de laderas.
Ingrid Flores, titular de la Unidad Municipal de Gestión Integral de Riesgo (UMGIR), resaltó que la implementación de esta tecnología representa un avance significativo para la ciudad.
Estos instrumentos no solo mejoran la capacidad de respuesta ante emergencias, sino que también fortalecen la planificación urbana y la gestión de riesgos, contribuyendo así a la seguridad y bienestar de los habitantes de Tegucigalpa.
«Esto nos permite comunicarle a la ciudadanía en qué condiciones estamos o qué está sucediendo en la ciudad. También nos sirve para tomar acciones y decisiones para salvaguardar la vida de las personas, que es el fin de todos los sistemas de alerta temprana», explicó Flores.
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En la ciudad ya hay 25 estaciones meteorológicas que miden diversos parámetros climáticos, así como cuatro estaciones adicionales para monitorear el caudal de ríos y quebradas en puntos estratégicos.
Además, hay cuatro estaciones que miden el caudal de ríos y quebradas, ubicadas en puntos estratégicos como el puente El Chile y la Antigua Penitenciaría Central.
¿Cómo será utilizado el sistema de monitoreo y qué beneficios tendrá?
En los próximos días, se llevará a cabo la instalación de 47 pluviómetros en toda la ciudad y sus alrededores, así como en las aldeas circundantes.
Estos dispositivos están diseñados específicamente para medir con precisión las cantidades de lluvia y la temperatura, proporcionando datos indispensables para guiar las decisiones agrícolas de los agricultores locales.
Adicionalmente, se colocarán 15 inclinómetros que registrarán en tiempo real los movimientos de deslizamientos de tierra. Estos nuevos dispositivos se integrarán a una red preexistente de más de 90 instrumentos en total, fortaleciendo significativamente la capacidad de alerta temprana y la gestión de riesgos en la región.
Las estaciones de monitoreo transmitirán los datos recopilados en tiempo real mediante tarjetas SIM proporcionadas en un acuerdo con la Comisión Nacional de Telecomunicaciones (Conatel).
Este sistema asegura una vigilancia continua y efectiva de las condiciones ambientales, mejorando la respuesta inmediata ante emergencias y promoviendo la seguridad y el bienestar de toda la comunidad.
El fin de tener las estaciones meteorológicas y esta tecnología es obtener datos en tiempo real de lo que sucede en el Distrito Central, los cuales llegan a las oficinas ubicadas en la colonia 21 de Octubre», añadió Flores.
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Los instrumentos fueron donados por cooperantes internacionales como GIZ, USAID y GOAL. Estos dispositivos fueron adquiridos en el extranjero y certificados por Davis, una marca reconocida que enlaza sus estaciones meteorológicas con la NASA.
Julio Quiñónez, coordinador del Programa de Adaptación Urbana al Cambio Climático, recordó que hace algunos años las mediciones se hacían manualmente en cada lugar.
«Ahora tenemos un equipo LIDAR que, mediante drones especializados, permite hacer mediciones láser de determinados sitios para monitorear cambios en el suelo o levantar información 3D de algunos sitios y modelar soluciones de mitigación», reveló Quiñónez.
Esta tecnología ya se ha utilizado en las colonias Guillén y Nueva Santa Rosa. «Con el uso de la tecnología nos volvemos más eficientes y, por ende, las soluciones son mejores, lo que resulta en una mejor respuesta ante la ciudadanía», concluyó Quiñónez.
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Barrios y colonias de Tegucigalpa en riesgo por situaciones climáticas
En Tegucigalpa, varios barrios y colonias se enfrentan a un riesgo significativo debido a fallos estructurales y situaciones climáticas adversas. La colonia Guillén, por ejemplo, es una de las zonas actualmente afectada por deslizamientos de tierra. Las fuertes lluvias que ocurren durante la temporada de huracanes saturan el suelo, lo que produjo un deslizamiento de viviendas.
Otra zona vulnerable es la colonia Nueva Santa Rosa, que también ha sufrido deslizamientos de tierra y erosión del suelo. Los residentes de esta colonia han experimentado pérdidas significativas de propiedad y un constante riesgo de desastres naturales. La infraestructura deficiente y la falta de planes de drenaje adecuados exacerban la situación, dificultando la protección efectiva de las familias que viven allí.
En la colonia Hato de Enmedio, las inundaciones representan un problema recurrente. Durante las intensas lluvias, las calles y hogares a menudo se ven inundados, lo que causa daños a la propiedad y plantea riesgos de salud pública debido a la proliferación de enfermedades transmitidas por el agua.
La proximidad a quebradas y ríos que se desbordan durante las lluvias torrenciales agrava aún más la situación, dejando a muchas familias en condiciones precarias. Ademas, La colonia La Cabaña también enfrenta serios riesgos climáticos, especialmente relacionados con los deslizamientos de tierra y la inestabilidad del suelo. Situada en una zona montañosa, La Cabaña es especialmente susceptible a los movimientos de tierra durante las fuertes lluvias.
Los residentes han reportado daños a sus viviendas y un alto nivel de preocupación por la seguridad de sus hogares. Las autoridades locales han comenzado a implementar programas de reubicación y fortalecimiento de infraestructuras, pero la situación sigue siendo crítica y requiere una atención constante.
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