Los femicidios en Honduras se incrementan, los últimos ocurrieron el domingo pasado, cuando dos jovencitas decidieron encontrarse con una persona a quien una de ellas había conocido por una red social.
Las mujeres a nivel nacional están expuestas ante muchos peligros, al parecer ser joven y bella o vivir en zonas denominadas “Calientes” o de alto peligro, las coloca en un blanco perfecto para las pandillas y los mareros que están siempre a la caza de chicas, ya sea para que sean sus novias o para que realicen trabajos ilícitos junto con ellos.
Ante amenazas de muerte a su familia o a ellas mismas, no les queda otra opción que acceder a las peticiones aunque sea en contra de su voluntad o por el miedo a lo que les pueda pasar.
No hay opción de negarse si algún miembro de una banda criminal la solicita, está obligada a cumplir con lo que se mande. Muchas compatriotas han dejado el país huyendo de esta terrible realidad.
La iglesia católica lamenta profundamente la situación de la mujer en Honduras y advierte que se debe ser precavido y que todos en nuestros barrios tenemos que ser un poco guardianes y saber qué es lo que está ocurriendo entre nosotros y tenemos que tomarnos en serio la seguridad de nuestro prójimo y la nuestra.
Hoy en día pertenecer a una banda criminal, ya no solo es cuestión de hombres, muchas mujeres son miembros activos de estas asociaciones ilícitas, debido al acechamiento que han tenido por parte de sus líderes o integrantes de estos grupos.
Muchas mujeres viven con miedo, no saben si al salir de sus casas van a regresar con vida.
¿Usted qué opina?