Elizabeth Rivera Cerón, madre de la maestra Claudia Medina, expresó que ninguna condena es suficiente para revertir la trágica muerte de su hija, arrollada dos veces por una abogada que conducía en estado de ebriedad.
«La vida de mi hija no me la van a pagar», expresó Rivera, al enterarse que la responsable, Ana Edith Merino, fue enviada a prisión preventiva acusada de homicidio imprudente, omisión del deber de socorro y conducción temeraria.
Merino fue capturada horas después del suceso que le costó la vida a Medina, una profesora de Inglés de 55 años muy querida en la ciudad, en el norte del país.
El hecho fue captado por una cámara de seguridad, que retrató cómo el pick-up de la profesional del derecho conduce directo hacia la maestra, quien caminaba tranquilamente por la zona, la arrolla una primera vez y retrocede para hacerlo nuevamente.
Su hija «fue una muchacha visionaria»
Incluso con el dolor reciente del impensable suceso, Rivera es capaz de evocar los atributos que hacían de su hija una persona respetada y apreciada.
«Durante su trayecto como docente fue una persona de buena conducta […]. Fue una muchacha visionaria, mi hija toda la vida estuvo ocupada en aprender», expresó.
La conmoción que se cierne sobre San Pedro Sula tras el fallecimiento sustenta las palabras que hoy expresa su madre.
Medina, quien enseñaba en el Instituto Tecnológico Santo Tomás y poseía dos títulos universitarios, deja tras su partida a un hijo cuyos logros descansan sobre sus esfuerzos por criarlo.
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