La ciudad siria de Raqqa ha sido liberada de militantes del Estado Islámico, según confirmó este martes un comandante de las fuerzas sirias con apoyo estadounidense; el grupo extremista que la había proclamado la ciudad capital de su califato.
De acuerdo con el general de brigada Talal Sillo, ahora las Fuerzas Democráticas Sirias, comandadas por kurdos, recorren la ciudad en busca de minas terrestres y células clandestinas de ISIS.
Decenas de miembros de ISIS que se negaron a rendirse se atrincheraron en el estadio deportivo, convertido en una prisión durante los tres años de la ocupación.
“El estadio es una enorme estructura con salas y túneles subterráneos. Hay edificios a su alrededor” que siguen en poder de ISIS, dijo el vocero de las Fuerzas Democráticas Sirias, Musafa Bali.
Por otra parte, las Fuerzas Democráticas Sirias ya habían capturado el hospital principal de la ciudad, que además había servido como centro de mando de ISIS.
Este era uno de los últimos fuertes del grupo extremista en la ciudad y funcionaba al mismo tiempo como hospital y centro de mando. En la ofensiva al hospital murieron 22 miembros del Estado Islámico, según indicó Bali.
Las Fuerzas Democráticas Sirias tomaron el lunes la “Plaza Paraíso”, que el grupo extremista utilizaba para ejecuciones y decapitaciones, obligando a los vecinos a presenciarlas.
De acuerdo con los vecinos, en la plaza se dejaban durante días los cuerpos y cabezas cortadas, colocadas sobre postes, y se etiquetaban los cadáveres con los supuestos delitos.
Con la captura del hospital se arrió la última bandera negra de ISIS en la ciudad, según la agencia kurda de noticias Hawar.
Perder Raqqa es un enorme golpe para la milicia extremista, que además perdió hace dos meses a Mosul, la segunda ciudad más grande de Irak.
La batalla por Raqqa comenzó en junio y se ha alargado ante la dura resistencia de los militantes extremistas. La ciudad ha sufrido graves daños en los combates, que han dejado la mayoría de sus edificios en ruinas.
Una vez que se finalicen las operaciones de limpieza de la ciudad, se haría la declaración formal de «la caída de la capital del terrorismo«, según dijo el general Sillo a la Associated Press.
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