Con un acto de honradez, un joven hondureño dio el ejemplo que aún existen personas con buenos principios en el país.
Se trata de un empleado de una gasolinera del bulevar Morazán de la capital del país, quien por error solo suministró cien lempiras de combustible al vehículo del cliente, cuando este le pidió mil lempiras, ninguno se dio cuenta del error.
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A finalizar el día, como es de costumbre, el empleado realizó el arqueo de caja y se percató de la situación; demostrando su transparencia y honradez, decidió informarle a su jefe y entregar el excedente.
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Junto con los 900 lempiras, dejó una nota a su superior, expresando, «el cliente me pidió mil y por error le eché 100, no se fijó ni él, ni yo. Por eso dejo los 900, por si vuelve».
El buen actuar del hondureño ha sido compartido y comentada por los usuarios de las redes sociales, quienes aplauden la acción.
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