Al adentrarse en las coloridas calles de Honduras, descubrimos la comida callejera, una experiencia cultural y gastronómica que nos despierta sentimiento genuino catracho.
Nuestro plato estrella es la baleada, una comida llena de de historia, pasión y muchos frijoles, el quesillo y el chicharrón también dicen presente con las tradicionales pupusas.
¿Usted qué opina?