La selección más joven del Mundial volvió a estar entre los reflectores del balompié mundial con su victoria (4-2) sobre Croacia.
Francia se coronó campeón por segunda vez en su historia con una de las mejores selecciones en su historia. [jwplayer m1tzPrkk]
Veinte años después de lograrlo en su templo de Saint Denis, con Didier Deschamps como capitán y con Zinedine Zidane de gran figura, Francia se impuso ante Croacia (4-2) y se convirtió por segunda vez en su historia en campeona del mundo.
Los galos implementaron un modo que apuesta más por la firmeza defensiva, por el orden, el equilibrio, el aprovechamiento al máximo del balón parado y el vértigo de ese joven descarado que se llama Kylian Mbappé junto al ‘principito’ Antoine Griezmann, convertido en nuevo rey.
Croacia no decepcionó, ni mucho menos. Jugó con sus armas, con todo lo que el corazón le dio tras el gran desgaste acumulado, pero un tanto en propia meta y un gol de penalti señalado a través del VAR dinamitaron su moral.
Con el tercer tanto, premio al buen trabajo de Paul Pogba, ya se vino abajo. La montaña era demasiado alta como para pensar en la hazaña.
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No necesitaban los «bleus» ser dominadores del partido. Lo único que precisaban era ese balón cerca del área de Danijel Subasic. Aún siendo aparentemente inferiores lo encontraron, como en anteriores partidos y capitalizaron en los momentos críticos del compromiso.
Los balcánicos no bajaron los brazos, pero la velocidad y juventud de Francia fue demasiado para una selección que se quedó sin piernas en la segunda mitad. En hora buena para un equipo como Croacia, que llegó ante todos los pronósticos a disputar el último partido del magno evento.
El conjunto de Deschamps ahora tendrá cuatro años para preparar lo que se vendrá en Catar 2022. Lo peligroso para los demás equipos será la edad de estos futbolistas, ya que muchos llegarán aún mejor y con una madurez para buscar el bicampeonato.
¿Usted qué opina?