Facilitar la movilidad social de egresados del Centro de Educación Salesiana (Cedes Don Bosco). mediante el acceso a estudios superiores en Ciencias, Tecnologías, Ingenierías o Matemática (carreras “STEAM”, por sus siglas en inglés), es el objetivo del nuevo programa Don Bosco Plus.
El proyecto es impulsado en forma conjunta con aliados estratégicos como el Banco Nacional de Costa Rica, la Comisión Nacional de Préstamos para Educación (Conape) y la Fundación CRUSA.
Para esto se dio el aporte económico de la Fundación CRUSA, el banco Lombard Odier, la empresa Econofin y Componentes Intel de Costa Rica, se creó el capital semilla del Fondo de Garantía para que graduados en riesgo social puedan tener acceso a préstamos para cursar estudios superiores en las áreas STEM. Esta iniciativa cuenta además con el respaldo de instituciones como Cinde y la Cámara de Industrias de Costa Rica.
Cabe destacar que de acuerdo con el Foro Económico Mundial, Costa Rica se encuentra en transición hacia una economía impulsada por la innovación. En este proceso, la formación de talento humano resulta clave para mejorar la calidad de procesos, productos y servicios. De cara a este reto, la OCDE ha señalado que el país enfrenta una escasez de recursos humanos principalmente en áreas como las ciencias, tecnologías, ingenierías y matemáticas.
CEDES Don Bosco surgió en 1995 en Concepción de Alajuelita, gracias al apoyo de miles de personas. Ese cantón tiene uno de los más bajos índices de desarrollo humano de Costa Rica, según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD).
“Nuestro trabajo e iniciativas salesianas, apuntaladas por muchas personas que integran Comités o grupos de apoyo, se realizan con pluralidad de formas de servicio. Sensibles a los signos de los tiempos, las verificamos, renovamos y creamos otras, en algunos casos hasta insospechadas, con espíritu de iniciativa y ductilidad constante, alcanzando así nuevas fronteras en la reducción de la pobreza y de la exclusión.
CEDES Don Bosco puede considerarse una máquina de hacer sueños, sueños que se necesitan para vivir y proyectarse al futuro, el programa Don Bosco Plus es un sueño valioso más que se hace realidad gracias al apoyo de muchos” destacó el padre Chiu Fuentes, representante de Cedes Don Bosco.
Gracias al desarrollo del programa Don Bosco Plus y al apoyo de las instituciones y empresas aliadas, esperamos en cinco años haber apoyado al menos entre 50 y 100 egresados para que cursen sus estudios superiores en áreas de STEAM. El Banco Nacional de Costa Rica será la institución encargada de administrar el fideicomiso que se creará con el Fondo de Garantías.
“La Fundación CRUSA aportó una parte del capital semilla para establecer un fondo de garantías para que estudiantes destacados de Cedes Don Bosco y en riesgo social, puedan tener acceso a carreras universitarias relacionadas a las Ciencias, Tecnologías, Ingenierías y Matemáticas. Estas áreas son estratégicas para nuestro futuro y por esto impulsamos a los jóvenes a que se preparen para afrontar los retos de llevar a Costa Rica hacia un modelo económico de cuarta generación, basado en la innovación y el conocimiento. Además, la plataforma de Amigos of Costa Rica ayudará a promover el apoyo de personas, empresas e instituciones en el exterior para con esta noble iniciativa”, destacó Marisela Bonilla, coordinadora de Capital Humano, Conocimiento e Innovación de la Fundación CRUSA.
Una gran obra social. Los educadores salesianos han preparado profesionalmente a miles de costarricenses desde su llegada al país hace 111 años, con extraordinarios valores humanos y valiosas herramientas académicas, técnicas y personales para enfrentar su vida fuera de las aulas. Es por ello que se está seguro de que Don Bosco Plus ayudará a formar excelentes profesionales comprometidos con el desarrollo del país.
“Diariamente atendemos a 2000 alumnos de educación formal, desde preescolar hasta el bachillerato técnico en Mecánica de Precisión, Diseño Gráfico, Dibujo Arquitectónico, Informática en Redes, Informática en Software, Electrónica y Electromecánica, así como a cientos de estudiantes que participan de la educación no formal mediante grupos juveniles. La mayoría de ellos provienen de Alajuelita, San Sebastián, Desamparados, Hatillo, Sagrada Familia, Aserrí, pero también hay alumnos de otras comunidades como la Carpio, Tirrases de Curridabat y Pavas, que se ven beneficiados por una educación de altos valores morales y de muy alta calidad”, destacó Amelia Solera, Coordinadora de la Oficina de Proyectos y Gestión de Recursos.
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