Ángel Gabriel Castro, un ex jugador de la selección nacional y de equipos como Olimpia, Deportes Savio entre otros, dejó su paso por las canchas de fútbol para llenar el vacío que existía en él desde que era un niño.
El ex jugador mundialista juvenil en 2007 y 2009 se refirió a su proceso como futbolista profesional que lo llevó a viajar y conocer otras culturas, pero su corta vida le faltaba algo y un hueco que se acrecentó con la muerte de su abuela y en dicho momento encontró lo que su espíritu requería.
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Cuando jugar no llenaba su vacío, un padre se le acercó y le consultó si quería ser sacerdote, algo que en primera instancia el joven pensó que era su vocación, pero asegura que lo pensó durante toda la noche y persistía la duda en él.
El sacerdote lo introdujo en el camino de el Pastoral Vocacional con el padre Carlos Rubio y comenzó su camino en la iglesia San Martín de Porres, pero su familia desconocía los pasos que estaba dando el joven.
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“Tuve que renunciar al salario y todo lo que me rodeaba, algo difícil, porque uno se apega a lo material y se acostumbra a estar cómodo y lo complicado es el desacomodo, pero tomé la decisión que no me arrepiento”, dijo el ex futbolista que ahora es el encargado del área deportiva del seminario mayor.
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