La joven estrella mexicana podría emigrar terminando el Mundial para uno de los grandes equipos de Europa.
Hirving Lozano, convertido en una de las sensaciones de la primera jornada de la fase de grupos del Mundial, es protagonista de una carpeta guardada bajo llave en los despachos del área deportiva del FC Barcelona.
Cuando en el verano de 2017 el PSV se hizo con su fichaje, que también pretendió el Celta, la secretaría técnica que comandaba Roberto Fernández ya tenía informes del potencial que apuntaba el mediapunta mexicano.
Un año más tarde, Lozano se ha convertido en la figura del conjunto tulipán y de su selección nacional.
Velocidad, remate, atrevimiento, calidad, sacrificio y capacidad de adaptación son los puntos fuertes que se apuntan en el club azulgrana para tener en cuenta su nombre, que se habría catapultado después del fiasco en el fichaje de Griezmann.
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La presentación de Hirving marcando el gol en la histórica victoria de México sobre la campeona del mundo Alemania, es su mejor carta de presentación para confirmar un fichaje soñado para uno de los gigantes de Europa.
Su condición de extracomunitario se entiende como un hándicap para atacar el fichaje inmediato, teniendo en cuenta que Coutinho, Paulinho y Yerry Mina ocupan ahora esas plazas y que el defensor colombiano dejaría libre la suya para el brasileño Arthur, aunque en el Barça se sigue trabajando para conseguir la nacionalización portuguesa de Coutinho a través de su esposa y liberar una posición.
Fichado en julio de 2017 por el PSV, que pagó al Pachuca 8 millones de euros, la web especializada transfermark.com le valora actualmente en 25 millones, una cifra muy por debajo de la que exigiría el club holandés por negociar su traspaso.
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