En medio de la pandemia por COVID-19, es cuando más se dispararon los niveles de violencia en el país, los cuales se enfrascaron específicamente con niños y mujeres; víctimas de escenas sanguinarias que aterraron hasta a las mismas autoridades policiales.
Desde la decapitación con saña de un niño de seis años en el norte, el asesinato a sangre fría de tres menores en la capital, hasta la reciente matanza en la cárcel de Támara que cobró la vida de seis féminas, entre ellas una reclusa que cargaba a un niño y otra en proceso de gestación, solo dejan en evidencia la maldad y el odio que prevalece entre la ciudadanía.
Ante esta situación, los defensores de los derechos de las mujeres y los niños piden un alto a tanto derramamiento de sangre.
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El director Casa Alianza, José Ruelas explicó que los niveles de violencia, solo por la pandemia no van a bajar, por lo tanto se debe aprovechar esta crisis para intentar encontrar una salida para Honduras.
Asimismo, la representante de Visitación Padilla, Cristina Alvarado, recriminó que en al comparar el año anterior y el actual existe un repunto masivo de violencia contra mujeres durante este 2020, ya que la mayoría de agresiones ocurrieron en la cuarentena.
Mientras tanto, a criterio de líder eclesiásticos, Mario Tomás Barahona, la ausencia de un ser divino que guíe el camino de estas personas con mal corazón, es la que influye para que la perversidad se apodere de sus acciones.
Es importante mencionar que, durante los cinco meses de este 2020, los registros indican al menos 90 femicidios y 55 asesinatos de hombres.
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