La más grande y aguerrida defensora de la doctrina liberal, Carolina Echeverría Haylock, fue despedida de la capital en una multitudinaria caravana de vehículos, bajo un ambiente de tristeza en donde su partidarios, familiares y amigos honraron su legado de amor y protección al pueblo misquito.
Tras salir de Tegucigalpa en una aeronave de la Fuerza Aérea Hondureña, el cuerpo de la hija prodiga de Gracias a Dios descendió del cielo a la tierra que la vio nacer, desencadenando el llanto y el dolor en el pueblo misquito que veía como su protectora había partido físicamente a la divinidad eterna.
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Desde todos los rincones de La Mosquitia hondureña, niños, jóvenes y adultos daban un último adiós a su eterna lideresa, quien nunca se olvidó de sus necesidades y por quien exigieron justicia.
La comunidad de Cauquira en, donde Carolina Echeverría, vio por primera vez la luz fue su última parada, ahí serán enterrados los restos de la entrañable abogada para que su semilla de bondad sea encarnada en el liberalismo.
Carolina Echeverría Haylock fue asesinada por sujetos desconocidos el pasado domingo en su residencia de Tegucigalpa, el crimen ha conmocionado a la sociedad hondureña.
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