Una mujer embarazada, que estaba hospitalizada por covid y sufrió hace pocas semanas la muerte de su esposo por la misma enfermedad, falleció hoy junto a su bebé en el Hospital General del Sur.
Se reportó que la joven había sido ingresada recientemente a la Unidad de Cuidados Intensivos (UCI) del centro asistencial de Choluteca, pero las complicaciones que presentaba por la COVID-19 hicieron imposible salvar su vida y la del bebé que portaba en su vientre.
La muerte fue confirmada por la doctora Karla Pavón, jefa de la Unidad de Vigilancia de la Secretaría de Salud (Sesal), quien a su vez informó de otros cuatro fallecimientos de embarazadas en los últimos días.
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Muertes de embarazadas por COVID-19 aumentan
«Es lamentable que sigan muriendo las mujeres en gestación o puérperas (que hace muy poco han dado a luz) «, expresó.
Pavón aprovechó el comunicado para insistir en el mensaje gubernamental hacia las embarazadas para que tomen la decisión de vacunarse contra el virus.
«Las falsas noticias en redes sociales están haciendo que las embarazads tengan miedo de no inocularse», aseguró.
La doctora se refirió a la información difundida por distintas vías, que indica que muchas futuras madres, temerosas por la salud de sus bebés, se han dejado llevar por teorías antivacunas.
Este fenómeno de desinformación sería el responsable de que solo el 10 por ciento de las 150 mil embarazadas del país hayan ido a vacunarse.
Por ello, recientemente la Sesal anunció, a través de su máxima autoridad, la ministra Alba Consuelo Flores, que vacunaría a este frágil grupo de la población «casa por casa».
Honduras lucha por incrementar el volumen de población vacunada, pues actualmente solo el 16.7 por ciento de los hondureños están completamente inmunizados; una cifra muy alejada del promedio latinoamericano de 28.2 por ciento.
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