El sueño de Carlitos de convertirse en un “gran futbolista”, murió con él cuando fue arrastrado por el río la tarde del lunes.
Con la bandera del Inter de Milán y el uniforme de jugar fútbol sobre su féretro, fueron llevados hasta el cementerio general La Piedad de Chamelecón, los restos de Carlos Adolfo Mencía (14), el otro alumno que murió ahogado en las turbulentas aguas del río Chamelecón.
Su madre, María Elena Mencía, dice estar «fortalecida por el Señor». Sin embargo la pérdida de su hijo es el trago más amargo y la prueba más dura que ha tenido que enfrentar en la vida.
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Carlitos soñaba con convertirse en un jugador profesional de fútbol, «el más grande», «el mejor» y el talento que desbordaba en esta disciplina ha sido muy comentado por quienes le conocieron.
Ese anhelo murió con él cuando la tragedia lo alcanzó el lunes en la tarde. Hoy, el uniforme que sudaba «jugando pelota» en la aldea Chotepe de San Pedro Sula, lo acompañó hasta su última morada.
El cuerpo del adolescente fue encontrado ayer alrededor de las 2:00 p.m. en las ya calmadas aguas que lo arrastraron a la muerte.
Carlos Adolfo y David Alejandro fallecieron cuando cruzaban el río para recoger bambú, según han dicho sus familiares.
Estuvieron desaparecidos desde el lunes; el martes los rescatistas hallaron el cadáver de David Alejandro de 13 años, quien fue enterrado ayer, en un sepelio no menos doloroso.
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