Optimismo, pero con medida

En el mismo sentido se pronuncia Albert Abad Esteve, oncólogo médico especialista, quien matiza, además, que «el estado emocional se ha relacionado con la evolución del cáncer de manera errónea». «Si bien es verdad que el estrés puede afectar el sistema inmunitario, no existe ninguna evidencia de la relación estado emocional-evolución de la enfermedad», explica. Aun así, asegura que es «de gran importancia» mantener el optimismo, sobre todo al afrontar la situación y la tolerancia a los tratamientos.

¿Pero qué no debemos decir?

– «No llores» o «no te preocupes«: es importante dejar a la paciente que tenga libertad para sentir lo que necesite.

– «Si no eres optimista no te curarás«: que un paciente acabe con un resultado positivo no depende de su optimismo. Se puede ser feliz y no curarse, o estar deprimido y curarse. La curación viene de la mano del tratamiento.

– «A mi prima le diagnosticaron…«: las comparaciones son odiosas. Sacarle los casos de los demás puede sentar mal a una persona que después de ser diagnosticada solo necesita pensar en ella misma.

-‘Hay que ser fuerte’ : puede hacer que se sientan culpables.

La actriz mexicana de telenovelas Adamari López dijo esto después de ser diagnosticada de cáncer.

«Pensar positivo todos los días. Pensar ‘hoy estoy más cerca de curarme’

 

 

Angelina Jolie, que se extirpó los pechos y ovarios para evitar que se extendiera la enfermedad se dijo a sí misma.

«Tenía que ser fuerte y no perder la calma, ya que no hay ninguna razón para pensar que no vería crecer a mis hijos y nietos».

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Es un proceso muy largo y emocionalmente potente, con altibajos, por lo que las necesidades de la paciente variarán en cada fase. Pero algo que hay tener siempre en mente es que «tenemos dos orejas y una boca, por lo que tenemos que escuchar el doble de lo que hablamos».

Fuente: elconfidencial.com