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Desde La Bicicleta Hasta El Matador, en Honduras no se respetan los derechos de autor

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Más que propuestas, la gran mayoría de aspirantes a cargos de elección popular en nuestro país, principalmente quienes van por una diputación, se valen de un pegajoso tema musical para hacerse propaganda.

En Honduras esta es una práctica habitual desde hace muchos años y generalmente se hace usando el fondo musical de una canción popular, nacional o extranjera, con una letra que hace alusión al nombre, las cualidades y por supuesto el número de casilla del aspirante.

Quienes recurren a esta estrategia publicitaria se justifican diciendo que no se están lucrando con la canción, por lo que no cometen delito alguno. Sin embargo, la ley de derechos de autor indica que, para poder realizar la sincronización audiovisual, la adaptación con fines publicitarios, la traducción, arreglo o adaptación el editor deberá contar, en cada caso específico, con la autorización expresa del autor o de sus causahabientes.

Loreleeeey

La que más “famosa” se ha hecho en las redes sociales por la canción que escogió es la candidata nacionalista a diputada por Francisco Morazán Loreley Fernández, quien aparece en un vídeo gritando la frase: Loreleeeeeyyy, Loreleeeeeyyy, Loreleeeeeyyy, con un estilo particular de los rancheros norteamericanos. Las risas y comentarios de las personas no le han causado nada de gracia a la aspirante y fue motivo de una agria discusión con la periodista de televisión Cesia Mejía, quien se burló públicamente del spot, a tal grado que Loreley le escribió lo siguiente:

“Tú con tu cara de niña me querés tirar a la calle una vida de esfuerzo en la política. Te exijo una disculpa pública. Quedo literalmente a la espera de una disculpa por este medio y por el mismo que hiciste el agravio o te llamo a los juzgados”.

La bicicleta

Otra candidata que le ha sacado provecho a una canción pegajosa es Lissi Cano, también aspirante cachureca, quien utilizó para su jingle el tema “La bicicleta” de Carlos Vives y Shakira, por lo cual ahora hasta se le conoce como Lissi la de la bici (aunque antes era la del helicóptero).

La lista de los nacionalistas que están utilizando canciones conocidas es la más larga, y continúa con Carlos Aguilar, quien está utilizando el éxito “Despacito” de Luis Fonsi y Daddy Yankee, así como Edgardo Martínez, pre candidato de Comayagua, que utiliza el tema Taxi de Pitbull.

Sin embargo, los aspirantes de Libre no se han querido quedar atrás y se han apuntado en esta tendencia musical. Tal es el caso de la candidata Patricia Sabillón que emplea el tema Bailando de Enrique Iglesias, Sean Paul y Descemer Bueno.

Por su parte, el aspirante por Francisco Morazán también de Libre, Carlos Eduardo Reina, se ha inclinado por un tema más agresivo y enérgico: Matador, de los Fabulosos Cadillac.

En defensa de los artistas nacionales

Quien ha levantado la voz en nombre de los artistas catrachos y de sus derechos ha sido el artista Pilo Tejeda, quien hizo que el nombre de Honduras y su ritmo punta sonarán a nivel mundial con el éxito Sopa de Caracol de la Banda Blanca.

Bajo este contexto, Tejeda señala que son incontables la veces que se ha utilizado este tema con fines políticos y quienes lo han hecho ni siquiera han tenido la cortesía de hablarle para solicitarle permiso, mucho menos pagarle por los derechos de autor.

“Y este no sólo es el caso de Pilo Tejeda, sino de muchos artistas de agrupaciones musicales que sólo quedan como espectadores viendo sus temas sonar con fines propagandísticos. Ninguno de ellos hace algo para evitar conflictos”, sostiene.

Dada esta situación, Pilo manifiesta que ha decidido pelear por una diputación con el objetivo de rescatar el arte, la cultura y la identidad en nuestro país. “Se está perdiendo el amor por el país y para recuperarlo es indispensable la participación de los artistas, que con su creatividad y talento nos devuelven y nos hacen sentir muy fuerte el amor por nuestra tierra”, sostiene.

Qué son los derechos de autor

El derecho de autor es un conjunto de normas jurídicas y principios que afirman los derechos morales y patrimoniales que la ley concede a los autores, por el simple hecho de la creación de una obra literaria, artística, musical, científica o didáctica, esté publicada o inédita. La legislación sobre derechos de autor en Occidente se inicia en 1710 con el Estatuto de la Reina Ana. Se reconoce que los derechos de autor son uno de los derechos humanos fundamentales en la Declaración Universal de los Derechos Humanos.

¿Se registra el derecho de autor?

En la mayoría de los países, y conforme a lo que se dispone en el Convenio de Berna, la protección del derecho de autor se obtiene automáticamente sin necesidad de efectuar ningún registro ni otros trámites.

No obstante, en la mayoría de los países existe un sistema de registro y depósito facultativo de obras; estos sistemas facilitan, por ejemplo, las aclaraciones de las controversias relacionadas con la titularidad o la creación, las transacciones financieras, las ventas, las cesiones y transferencias de derechos.

La OMPI no cuenta con un sistema de registro del derecho de autor ni con una base de datos de derecho de autor que permita realizar búsquedas. Consulte más información sobre los sistemas de registro y catalogación en el ámbito del derecho de autor.

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