Los seleccionados nacionales de Honduras, junto a su entrenador Reinaldo Rueda, hicieron una pausa en su preparación para la Liga de Naciones de Concacaf y cumplieron su promesa de visitar a los niños del centro pedagógico Juana Leclerc en Tegucigalpa. Esta visita no solo llenó de alegría a los pequeños, sino que también brindó un respiro emocional al equipo en su concentración.
La semana pasada, Rueda y los directivos de la Federación de Fútbol de Honduras (FFH) habían estado en la escuela, donde el entrenador se comprometió a volver con los jugadores del equipo nacional. El compromiso fue cumplido, y los escolares compartieron momentos únicos con las figuras que admiran.
Fotografías, bromas y juegos llenaron la jornada educativa, creando un ambiente festivo y diferente para los estudiantes. Los niños no solo tuvieron la oportunidad de conocer a sus ídolos, sino que también disfrutaron de una experiencia memorable, marcada por la interacción cercana con los futbolistas.
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¿Qué representa para los seleccionados este tipo de actividades?
Para los jugadores de la selección, este tipo de actividades representan una descanso necesario en medio de la exigente preparación para los próximos compromisos internacionales. La visita al Instituto Juana Leclerc les permitió salir de la rutina y renovar energías para enfrentar las sesiones de entrenamiento que continuarán en el Estadio Nacional.
Este tipo de acciones también fortalecen la relación entre la selección nacional y la comunidad, mostrando el lado humano de los futbolistas fuera de la cancha. El plantel se concentrará nuevamente esta noche, ya con el equipo completo, tras la llegada de los últimos legionarios, para continuar su preparación rumbo a la Liga de Naciones de Concacaf.
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