Ante las reiteradas especulaciones de que el presidente hondureño, Juan Orlando Hernández buscaría otro mandato al frente del país, el diputado nacionalista, David Chávez, pidió a los opositores “dejar de soñar” con el actual mandatario ya que él entregará el poder en enero de 2022.

Fiel a su estilo controversial, David Chávez aseguró que el Partido Nacional tendrá elecciones internas pues el titular del Ejecutivo no se volverá a postular.

“Dejen de ver fantasmas donde no existen”, indicó.

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El parlamentario más votado en 2017, recordó que su instituto político es “altamente demócrata”, por lo cual reiteró que tendrán un proceso electoral primario en marzo.

Hasta ahora los cachurecos tienen dos corrientes. La del presidente del Legislativo, Mauricio Oliva y la del alcalde de Tegucigalpa, Nasry “Tito” Asfura”.

En ese aspecto, manifestó que de uno de ellos saldrá la persona que logre administrar el país durante los próximos cuatro años.

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Por otro lado, Chávez explicó que plantean la posibilidad de regular la reelección para que “no venga un loco como Mel Zelaya y quiera quedarse en el poder todo el tiempo”.

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Al inscribirse todos los partidos, deuda política de Honduras aumentaría a 269 millones de lempiras

Un aproximado de 269 millones de lempiras deberá pagar Honduras por concepto de deuda política si el Consejo Nacional Electoral (CNE) inscribe a todos los partidos que tienen una solicitud.

El economista, Alejandro Kafati, expuso la considerable suma de dinero que deberá pagar el Estado por la deuda política tomando en cuenta si aprobaran el aumento en el costo de cada voto en un 200 por ciento.

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De acuerdo al miembro del Foro Social de la Deuda Externa de Honduras (Fosdeh), si llegaran a aprobar “el incremento del 200 por ciento pasando de 20 a 60 lempiras (por voto) y sumándole a eso el costo de la inflación, el país pasaría a pagar alrededor de 269 millones de lempiras solo en concepto de deuda política”.

En ese aspecto, Kafati considera perjudicial la existencia de un gran número de partidos políticos en una democracia con un universo electoral bajo.

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Asimismo, recordó que su estimación está basada en un total de 3.2 millones de personas que estuvieran autorizadas para ejercer su voto.

Sin embargo, dicha cifra puede cambiar debido al aumento de la población, así como la inscripción de más partidos políticos.