Pese a no tener la confianza de la población ni del sector privado, quienes recriminan las pésimas gestiones de las instituciones estatales durante las compras de la pandemia, ahora el Gobierno, a través de INSEP, buscaría que el Congreso Nacional apruebe la formación de una empresa que se encargaría temporalmente de la administración de tres aeropuertos del país, cuyas concesiones finalizan en los últimos días de septiembre.
Según informaciones, el costo de la empresa que estaría compuesta por cinco secretarías del Estado, será de 150 millones de lempiras.
No obstante, la institución en este caso INSEP, sólo dispondrá de ese fondo una vez que Finanzas dé el visto bueno a la carga presupuestaria.
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En caso de concretarse, el Gobierno establecerá la Empresa Hondureña de Infraestructura y Servicios Aeroportuarios Sociedad Anónima (Ehisa), cuyo objetivo será la gestión de las bases aéreas de San Pedro Sula, La Ceiba y Roatán.
De esta manera, la junta la dirigirá INSEP con el apoyo de cinco miembros propietarios y suplentes de la Secretaría de Recursos Naturales y Ambiente, Seguridad, Desarrollo Económico y Promoción de Inversiones.
«Ehisa contribuirá con el Estado de Honduras, como organismo de derecho privado auxiliar de la administración pública, con la gestión, operación y mantenimiento de los aeropuertos internacionales de la república”, señala el documento expuesto por Roberto Pineda, titular de INSEP.
Si la Cámara Legislativa opta por respaldar este proyecto, la nueva EHISA operaría bajo el modelo de Alianza Público Privada.
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COHEP PROPONE JUNTA DE TRANSICIÓN
Por otro lado, el Consejo Hondureño de la Empresa Privada (Cohep) ya mostró su descontento con esta iniciativa, pues consideran los entes gubernamentales ya demostraron no tener la capacidad para gestionar dinero.
En ese aspecto, ellos como sector proponen una Junta administradora de Transición que conformarían los empresarios y los alcaldes de las ciudades en que se ubican los aeropuertos.
Algunas de las inversiones que realizaría esta junta serían mejoras en la infraestructura. Además de una disminución en la tasa de salida aeroportuaria que actualmente es de 48 dólares, para lograr competitividad.
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