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CONOZCA AQUÍ | ¿Cómo son las bombas de racimo que utiliza Rusia contra Ucrania?

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Después de cinco días de invasión, los rusos incrementan la ofensiva sobre Járkov, la segunda ciudad más grande del país, según las autoridades locales, se contabilizaron 11 muertos, asimismo edificios destruidos.

Sin embargo, lo más impactante de este ataque es que los rusos utilizaron bombas de racimo, lo que implicaría el uso de armamento prohibido y, por ende, un crimen de guerra.

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Estos dispositivos son de alto calibre, al momento de esparcirse puede afectar a zonas muy amplias, mientras el artefacto original cae, las aletas de su parte inferior empiezan a girar y a abrirse a distintas alturas.

La velocidad de este armamento, combina las altitudes entre 1.000 u 90 metros que se establece en el área que cubren las submuniciones.

Estos explosivos son capaces de perforar vehículos blindados, además tienen un margen de error extremadamente alto 5%, por lo que muchas de las municiones pueden no detonarse, como sucede con las minas, hacerlo mucho tiempo después.

“Suelen explotar en el aire y envían docenas, incluso cientos, de pequeñas bombas sobre un área del tamaño de un campo de fútbol. A menudo no explotan en el impacto inicial, dejando restos que actúan como minas terrestres”, detalló la ONG Human Rights Watch.

Por otra parte, fuentes militares detallaron que estas bombas de racismo las utilizan en guerras y que tienen como objetivo, asustar e intimidar a la tropa enemiga.

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Por todas estas razones es que los daños pueden ser totalmente indiscriminados y, en consecuencia, su utilización la prohibieron a través de la Convención sobre Municiones en racimo.

No obstante, vale aclarar que en ese convenio internacional no figura la adhesión de Rusia ni Ucrania.

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