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Condenan a 48 exmilitares por crímenes de guerra durante la dictadura en Argentina

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Un total de 48 exmilitares fueron condenados este miércoles por un tribunal argentino, entre ellos 29 a prisión perpetua, en un megajuicio por los ‘vuelos de la muerte’ y otros crímenes durante la dictadura en Argentina, entre 1976 y 1983.

Después de cinco años de audiencias, solo seis de los 54 imputados se libraron de la condena y 29 acusados deberán pagar cadena perpetua, entre ellos, el llamado “ángel de la muerte”, Alfredo Astiz, un agente infiltrado del régimen que, bajo un falso nombre, tomó parte en algunos grupos activistas, como, por ejemplo, las “Madres de Plaza de Mayo”.

También fueron condenados a cadena perpetua los dos pilotos del “vuelos de la muerte” de Carega: Mario Daniel Arrú y Alejandro Domingo D’Agostino, en los que subían a los presos políticos y los arrojaban desde el aire. Con esto queda resuelta la desaparición de 789 personas, de la más de 5.000 que fueron ingresadas a la Escuela Superior de Mecánica de la Armada (ESMA), el mayor de los centros clandestinos de detención de la dictadura.

El proceso que concluyó en Buenos Aires es el tercero más grande por los casos de secuestros, torturas y homicidios cometidos en la escuela técnica de la Marina en la capital argentina. Uno de los casos que llamó más la desaparición en 1977 de la ciudadana sueca Dagmar Hagelin, quien tenía 17 años.

Dagmar Hagelin

Entre las víctimas lanzadas vivas al mar, se encuentra también la conocida activista popular socialista y marxista, Esther Carega. La doctora, que era amiga del actual Papa Jorge Bergoglio, fue arrestada por los militares después de haber denunciado la desaparición de su hija y fue asesinada el 14 de diciembre de 1977.

De los 54 acusados, 16 ya habían recibido condenas anteriores. Entre los seis absueltos, figuran el exsecretario de Hacienda en 1980 Juan Alemann (89) y el ex piloto militar argentino-holandés Julio Poch (65), que estaba imputado por los vuelos de la muerte.

Por los tribunales desfilaron unos 800 testigos, 11 de los imputados murieron y otros tres fueron separados del proceso por razones de salud. Entre los crímenes ventilados durante el juicio, el tercero sobre los crímenes de ESMA, se incluyó robos de bebés, tormentos a perseguidos políticos, homicidios y otros de lesa humanidad.

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