Omar Rivera aseguró que hubo temor o se fraguó una colusión de los guardas de la cárcel de Támara y de los militares que custodian el perímetro de la misma.
“Existen tres razones por las cuales se dio esta fuga, una es porque son incapaces, porque son miedosos, no tienen la valentía suficiente de enfrentar a los privados de libertad o porque están coludidos, cualquiera que fuese la razón, las que ellos hubiesen en determinado momento permitido la fuga, es censurable y nosotros estamos indignados”, reveló a Oncenoticias.hn, el integrante de la Comisión de Depuración de la Policía Nacional, Omar Rivera, sobre la fuga de los 22 reos miembros de la pandilla 18 de la Penitenciaría Nacional de Támara.
Añadió que “para nosotros es repugnante la punibilidad con que han actuados las autoridades del Instituto Penitenciario, que da la impresión que están atenidos al presidente de la República a través de las intervenciones que ha hecho con la construcción de estas cárceles de máxima seguridad, El Pozo y La Tolva, da la impresión que el presidente va resolver estos problemas”, criticó.
“Éstos (autoridades del Instituto Penitenciario) dan mucho que desear, no están a la altura de las circunstancias y da la impresión de que no se dan cuenta del monumental deber que tienen y actúan sin ganas, sin el mayúsculo interés y cuidado al ser responsables de la retención y custodia de toda persona detenida en prisión preventiva”, señaló.
Adicionalmente a ellos, que políticamente son los responsables, también existe responsabilidad de las autoridades que estuvieron a cargo de la Penitenciaría Nacional Marco Aurelio Soto de Támara y los custodios respectivos, tanto los que estaban en la instalación carcelaria, como en el perímetro, me refiero a los custodios de las fuerzas armadas que han sido asignados para darle seguridad al complejo penitenciario, dijo Rivera.
Creo que se debe deducir responsabilidades y buscar una manera de recobrar la gobernabilidad en los centros penitenciarios a fin de que se pueda, por un lado garantizar el fin primordial del sistema penitenciario, que es la custodia de los privados de libertad y la rehabilitación y reinserción de estas personas condenadas a penas privativas de libertad, indicó.
«En este momento no podemos estar sometidos a la voluntad de un mandatario, sino al desempeño de las autoridades competentes en el cumplimiento de la materia carcelaria», señaló.
Sobre el asesinato de un supuesto prófugo, ultimado en la madrugada de este lunes en el sector de Chamelecón de San Pedro Sula quien apareció ejecutado al interior de un vehículo junto a otro más, el comisionado expresó que “no tengo información de la razón por la cual este prófugo de la justicia fue asesinado, ni estoy seguro de que sea él uno de ellos, pero creo que se les debe recapturar”.
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Omar E. Rivera, Comisión Depuradora de la Policía Nacional
El también dirigente de la Asociación para una Sociedad más Justa (ASJ), aseveró que de no ser por la construcción de cárceles de máxima seguridad como «El Pozo» en Ilama, Santa Bárbara y «La Tolva» en Morocelí, El Paraíso, la crisis sería mayor y recalcó que es responsabilidad de la autoridad penitenciaria gestionar de forma más efectiva las cárceles, las cuales «dan la impresión que están sin control».
Asimismo exteriorizó que, si las autoridades penitenciarias no pueden garantizar la gobernabilidad de las cárceles menos se puede «esperar que cumplan los fines primordiales del sistema de reeducar y reinsertar socialmente a los privados de libertad”.
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El actual candidato a la presidencia por el Partido Liberal, Luis Zelaya, también se pronunció sobre la masiva fuga, expresando que “no pueden ni custodiarlos menos rehabilitarlos”.
Para Zelaya, esta bochornosa situación es “el reflejo del problema estructural de los centros penitenciarios del país” y señaló a los directores de estos centros de permitir privilegios y lujos a los reclusos.
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