Los Centros Cívicos por la Paz se consolidan como una alternativa contra la violencia y en favor de la inclusión social, mediante la ampliación de su oferta programática y de sus alianzas, lo que les permite llegar a más jóvenes.
La oferta de este programa resultó fortalecida luego de que el Consejo Nacional de los Centros Cívicos actualizará el pasado 1 de agosto el modelo de atención y analiza los cambios en el Reglamento rector de organización y funcionamiento.
“Con ello, se pudo involucrar en estas acciones a nuevos participantes, como el Instituto Nacional de Aprendizaje, el Ministerio de Educación y el Patronato Nacional de la Infancia”, comentó la ministra de Justicia y Paz, Marcia González.
También se amplió la participación de nuevas entidades mediante un convenio de cooperación firmado el 27 de julio por las Ministras, Marcia González Aguiluz, de Justicia y Paz, y Guiselle Amador, de Salud Pública.
De esta forma, se concretó una alianza con los Centros de Educación y Nutrición y Centros Infantiles de Atención Integral (CEN-CINAI), que permitirá abrir estos espacios en el corto plazo en los Centros de Aguas Zarcas, Santa Cruz y Guararí.
Los siete Centros Cívicos por la Paz, que se gestionan desde el Ministerio de Justicia y Paz, representan una alternativa de desarrollo en áreas deportivas, recreativas y culturales, que en el 2017 atendió a 42.314 personas, y que sigue en crecimiento.
“Estos programas posibilitan la inclusión social de niños, niñas y adolescentes, que enfrentan diferentes tipos de vulnerabilidades, y permiten el desarrollo de la mano de las comunidades, atendiendo un enfoque de prevención de la violencia, cuyos alcances seguimos potenciando”, expresó Jairo Vargas, Viceministro de Paz.
La madurez de este programa puede apreciarse con una presencia, que ya abarca las siete provincias de Costa Rica, con la puesta en funcionamiento del Centro Cívico por la Paz de Pococí, entregado a las autoridades municipales el pasado 24 de julio.
De esta manera, ya se tienen construidos los siete Centros Cívicos por la Paz: Garabito, Santa Cruz, Cartago, Guararí, Aguas Zarcas, Desamparados y ahora Pococí.
Sin embargo, el alcance de los Centros trasciende sus mismas instalaciones, gracias al funcionamiento de los Centros sin Paredes, que en este año alcanzaron su tercer etapa.
Ahora, los jóvenes que han recibido la influencia de estos proyectos, se convierten en difusores en sus comunidades, con lo que ya no se depende del vínculo con las instalaciones para desarrollar talleres que van desde fotografía a teatro restaurativo, de elaboración artística de jardines a skate boarding.
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