Son hondureños, salvadoreños y guatemaltecos que han huido de la violencia de las maras
Un grupo de 200 centroamericanos de El Salvador, Guatemala y Honduras salieron en caravana buscando refugio en Estados Unidos después de haber sido amenazados a muerte por las maras que operan en esas regiones.
Migrantes centroamericanos huyendo de las pandillas
Entre los indocumentados se encuentran 50 mujeres, 30 niños y 120 hombres que han vivido la delincuencia en carne propia; algunos de ellos baleados y desalojados de sus casas por pandilleros.
“… las maras nos persiguen y nos quieren matar, a mí me sacaron de mi casa, nos dan cinco minutos para que salgamos y luego se quedan en nuestra casa viviendo…”, expresó una madre con su hijo de meses en brazos, entrevistada por una televisora mexicana en Tijuana, México.
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Otra señora de unos 60 años de edad expresó que “hay mucha delincuencia en nuestro país, nos dijeron que si estamos allá nos iban a matar”.
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Desde Tijuana arrancó el último paso del viacrucis, en busca de solicitar asilo político en los Estados Unidos.
Un defensor promigrante dijo que “los oficiales tienen la obligación ante la ley de referirles que es una entrevista de temor creíble, con un oficial de asilo o directamente con un juez de migración, en Estados Unidos”.
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Agregó que “no se puede deportar legalmente a alguien que haya reportado un temor de su vida a regresar a su país a menos que un juez de migración o un oficial de asilo decida que esa persona no califica”.
Sin embargo, el experto expresó que la mayoría no va entregarse porque no confían en el sistema legal de Estados Unidos para darles el refugio que necesitan y al final los migrantes “se van a quedar en varias partes del camino por donde van pasando, no todos llegaron hasta Tijuana”.
El proceso podría extenderse por seis meses y hasta años para decidir si se otorga o no un asilo político a los migrantes centroamericanos que ven en Estados Unidos su último refugio.
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