Es un manso gigante del océano y se ha convertido en la sensación del momento entre los buzos de todo el mundo
Buzos de todo el mundo viajan miles de kilómetros para llegar a la pequeña isla de Utila en Honduras, atraídos por sus fantásticos arrecifes coralinos y con la esperanza de ver al pez más grande del mundo, un auténtico “leviatán” llamado tiburón ballena.
Lo primero que hacen al llegar a la isla es buscar un centro de buceo para informarse sobre las expediciones y tomar cupo en una de ellas.
Al día siguiente inician el “safari”, están listos para ir tras la cacería, llevando consigo el arma que captará el momento en que atrapen al gigante marino: su cámara fotográfica.
Es la manera moderna en que estos amantes de la vida submarina atrapan a sus presas, llevándoselas grabadas para mostrarlas con orgullo cuando vuelvan a sus tierras.
Las probabilidades de que lo logren son muchas, los propietarios de los centros de buceo afirman que las posibilidades de ver al tiburón ballena son de un 50 por ciento cuando hay buen tiempo.
Indican que eso se debe a que este espécimen pasa la mayor parte del año en esta zona, gracias a la gran cantidad de alimento (plancton) que aquí encuentra.
Y es que bajo las aguas de Utila se puede observar cómo era la vida marina hace 200 años. Es una bendición para nosotros lo bien que le han cuidado sus habitantes y los centros de conservación que operan en la isla.
El contraste entre el tamaño de esta especie y su docilidad se ha convertido en un atractivo al que pocos pueden resistirse, y en este mar de oportunidades, los pobladores costeños están encontrando una alternativa de ingresos más rentable, fácil y divertida.
Hasta hace algunos años este “leviatán” era temido por los pescadores porque es más grande que sus embarcaciones. Pero este dócil gigante del océano no es un “comedor de hombres”, sino un gentil vegetariano.Fotos
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