En los últimos años, beber el agua de lluvia dejó de ser segura para los humano esto por la presencia de sustancias químicas peligrosas, que pueden dañar la salud.
Beber agua de lluvia puede parecer una opción natural y sostenible, pero es esencial considerar varias implicaciones antes de hacerlo.
Aunque inicialmente se considera pura, puede recoger una serie de contaminantes durante su caída a través de la atmósfera y su recolección en superficies.
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Estos pueden incluir polvo, polen, esporas de moho, partículas de combustión, metales pesados, productos químicos industriales y gases tóxicos.
En áreas urbanas o industriales, la lluvia puede contener niveles elevados de estos contaminantes, lo que la hace potencialmente peligrosa para el consumo humano sin un tratamiento adecuado.
Para que esta agua sea segura para consumo, es esencial tratarla adecuadamente, esto incluye la filtración para eliminar partículas grandes y la desinfección para matar microorganismos patógenos.
En algunos casos, puede ser necesario agregar químicos para neutralizar contaminantes específicos,. Los sistemas de recolección de agua de lluvia deben estar bien diseñados para evitar la contaminación.
Beber agua de lluvia no tratada puede causar diversas enfermedades gastrointestinales y otros problemas de salud.
Imagen de referencia: (Cortesía)
Las infecciones son particularmente peligrosas para personas con sistemas inmunológicos débiles, niños pequeños y ancianos.
Además, la calidad del agua de lluvia puede variar ampliamente según la ubicación y las condiciones ambientales.
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Factores como la proximidad a fuentes de contaminación, la intensidad y duración de las lluvias, y la época del año pueden influir en la pureza del agua.
