Sus captores piden 7.000 dólares por su liberación. El plazo ya se cumplió.
Al borde de la locura y sufriendo día y noche el horror de la pesadilla que están viviendo, así se encuentra la familia de Roxana Muñoz (27), una joven hondureña secuestrada por los Zetas en México.
Según su madre, Roxana salió hace seis meses desde su humilde hogar en Catacamas, Olancho, al oriente de Honduras. Ella como miles de compatriotas arriesgan su vida en busca del “sueño americano”, que para muchos termina siendo una verdadera pesadilla.
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La escasa información que su madre tiene, es que Roxana fue interceptada por los Zetas en Tamaulipas y que piden 7.000 dólares por su liberación, esto lo supo apenas el pasado lunes, luego que recibiera una llamada teléfonica del grupo criminal.
“A mí me hicieron una llamada el lunes exigiéndome ese dinero. Yo soy una mujer pobre que lo único que tengo son enfermedades”, expresó entre lágrimas.
“Nos dieron siete días y hoy (el sábado) se está cumpliendo el plazo”, detalló.
El plazo dado por los secuestradores se venció el pasado 23 de septiembre y hasta ahora la familia de Roxana no ha sabido más de ella y están a la espera de otra comunicación.
“Yo he escuchado como han ayudado a otras personas. Y yo espero de esos corazones buenos, que Dios abra puertas”, dijo la señora rogando por ayuda para tener de vuelta a su hija.
“Yo confío que Dios me la va proteger”, esa es la esperanza de esta humilde madre olanchana.
Al dolor de su progenitora, también se suma el de sus tres hijos de seis, nueve y 11 años de edad, a quienes Roxana quería darles una vida mejor.
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