El amor de una madre o el de una abuela no tiene límites, sin importar las circunstancias. En las últimas horas, una hondureña de la tercera edad murió de un infarto, al no soportar que agentes de la Policía Nacional arrestaran a su nieto en el barrio Morazán en Tegucigalpa, cuando
Familiares identificaron a la víctima como María Petrona Ramírez, de 79 años, quien no resistió ver el momento cuando detenían a su nieto por supuestamente conducir en estado de ebriedad y cruzarse un semáforo en rojo.
Una nieta de la fallecida explicó que su abuela observó cuando los uniformados que se trasladaban en una patrulla con registro CH-06, llegaron a detenerlo “sin piedad”.
“Los responsabilizo”, dijo la joven.
Testigos que presenciaron el hecho acudieron a presentar la denuncia hasta la estación metropolitana número 1, conocida como «Core 7», en el centro de la capital.
El cuerpo de la señora de 79 años fue trasladado a las instalaciones del Centro de Medicina Legal y Ciencias Forense del Ministerio Público, para realizar la respectiva autopsia.
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