Los animales son de los más olvidados cuando una catástrofe natural afecta alguna región y ellos los son también los más propensos a morir.
Al igual que las vidas humanas, debemos resguardar la ellos, sin importar si son nuestras mascotas, bestias de trabajo o si servirán en un futuro para el consumo.
- No mantenga a sus mascotas amarradas ni encerradas en un lugar del que no pueda salir, ya que en caso de inundación, incendio, caída de estructuras y daños importantes en la vivienda, no podrá escapar para salvar su vida.
- Si tiene posibilidades de trasladarse a lugares seguros donde amigos o familiares, procure llevar a sus mascotas.
- Cerciórese de tener provisiones de comida y agua para sus animales, suficiente al menos para una semana.
- No permita que los animales consuman comida o agua contaminadas.
- Movilícelos en transportadoras o cajas, para evitar escapes o accidentes. En caso de que sean perros, deben portar su respectivo collar para su traslado seguro.
- Tenga a sus mascotas bien identificadas (collar, placa con datos del propietario), tener una fotografía (si es posible) y la información de vacunas y desparasitación a mano.
- En caso de que su mascota resulte herida, contacte al veterinario más cercano o bien, a alguna asociación de asistencia animal.
- Recuerde que los albergues no reciben animales por aspectos de salud pública.
En el caso de los animales silvestres:
- No se acerque, rescate, alimente o trate de manipular animales silvestres, una vez que la situación se normalice, ellos regresarán a su hábitat natural.
- Si el animal es peligroso (Como grandes serpientes o cocodrilos) manténgase a alejado y de parte a las autoridades a través del 911. Ellos sabrán qué hacer.
- En caso de encontrarlos heridos, dar aviso a las autoridades correspondientes al teléfono 1192 del Ministerio de Ambiente y Energía (Minae) y el Sistema Nacional de Áreas de Conservación (Sinac).
Para realizar eta lista, contamos con información de la Comisión Nacional de Emergencias y la Secretaría Nacional de Salud Animal (Senasa).
¿Usted qué opina?