Donald Trump ha dicho que considerará una propuesta para armar a los maestros de escuela en un intento de evitar tiroteos masivos, un movimiento que seguramente será ferozmente divisivo.
Debate sobre tiroteos
El presidente de EEUU, Donald Trump, sugirió hoy la posibilidad de que algunos profesores o trabajadores de las escuelas del país puedan portar armas de manera oculta para responder rápidamente si se produce un tiroteo, además de elevar la edad mínima para comprar legalmente un arma.
«Hay algo que se llama portar armas de forma oculta, y que solo funciona cuando tienes a gente entrenada para ello», dijo Trump. «Los profesores tendrían un permiso especial, y (la escuela) ya no sería una zona libre de armas» de la que puedan aprovecharse los “maníacos”, agregó.
Trump opinó que, dado el tiempo que puede tardar la Policía en llegar a una escuela al recibir una alerta de tiroteo, los profesores debidamente entrenados podrían detener estos sucesos «muy rápidamente».
«Vamos a examinar esa idea muy en serio, mucha gente va a estar opuesta a ello, y mucha gente va a estar de acuerdo», afirmó el presidente, al reconocer que es algo “controvertido”.
Según el mandatario estadounidense, estas personas tendrán que recibir entrenamiento especial.
Trump agregó: «Un ataque ha durado, en promedio, unos tres minutos. El personal de respuesta tarda de cinco a ocho minutos en entrar, para que el ataque termine. Si tuvieras un maestro experto en armas de fuego, podrían terminar el ataque muy rápido».
El presidente pidió una mano alzada en la sala sobre la propuesta: algunos estaban a favor, otros estaban en contra. «Podemos entender ambas partes y ciertamente es controvertido«, reconoció, prometiendo discutirlo seriamente.
Tras el tiroteo en Parkland, surgió que había un guardia de seguridad armado en el lugar, pero no tuvo la oportunidad de enfrentarse al pistolero, Nikolas Cruz, en el extenso campus.
En mayo de 2016, durante las elecciones presidenciales, Trump tuiteó: «Crooked Hillary (Clinton) dijo que quería traer pistolas al aula de la escuela. ¡Incorrecto!».
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Reaccion de afectados
Nicole Hockley, cuyo hijo de seis años, Dylan, murió en la escuela primaria Sandy Hook en Newtown, Connecticut, habló en contra de la idea de armar a los profesores. «No es algo personalmente que apoyo. En lugar de armarlos con un arma de fuego, preferiría armarlos con el conocimiento de cómo evitar que estos actos sucedan en primer lugar «, le dijo a Trump.
Los programas e intervenciones de evaluación de la seguridad para los niños son vitales, agregó.
«Hablemos de prevención. Hay mucho que podemos hacer para ayudar a las personas antes de que llegue a ese punto, insto a que se mantengan enfocados en eso también. No es el arma, es la persona detrás del arma y se trata de ayudar a las personas antes de que lleguen a ese punto «.
Anteriormente, durante la sesión en el comedor estatal, donde algunos oradores estaban llenos de lágrimas pero compuestos mientras recordaban sus experiencias, Hockley también presentó un desafío al presidente.
«Ese tipo de muertes son prevenibles. le imploro: considere a sus propios hijos. No quisiera ser estar en mi lugar «.
Durante la reunión, Trump también afirmó que sería «muy fuerte» en las verificaciones de antecedentes para compradores de armas y personas con problemas mentales.
El mandatario estadounidense se sentó en medio de un semicírculo escuchando atentamente a seis sobrevivientes de los disparos de la semana pasada y a los padres desconsolados de Parkland, Columbine y Sandy Hook quienes se turnaban para dirigirse a él.
Sam Zeif, de 18 años, un estudiante de Parkland cuyos mensajes de texto con su hermano durante el tiroteo de la semana pasada se volvieron virales, luchó para contener las lágrimas cuando le dijo a Trump:
«cumplí 18 años al día siguiente. Me desperté con la noticia de que mi mejor amigo se había ido. No entiendo por qué todavía puedo ir a una tienda y comprar un arma de guerra, una AR. Estaba leyendo hoy que una persona de 20 años entró en una tienda y compró un AR-15 en cinco minutos con una identificación vencida».
«¿Cómo es tan fácil comprar este tipo de arma? ¿Cómo no vamos a detener esto después de Columbine, después de Sandy Hook, sentado con una madre que perdió a su hijo? Todavía está sucediendo «.
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Andrew Pollack, cuya hija Meadow, de 18 años, fue asesinada en Stoneman Douglas, reflejó la sincera ira de muchos cuando tomó el micrófono. «Estamos aquí porque mi hija no tiene voz, fue asesinada la semana pasada y recibió nueve disparos», dijo. «¿Cuántas escuelas, cuántos niños tienen que pasar por esto?
Pollack, su voz se elevó con emoción, agregó: «Mi hija se fue, ahora tengo que visitarla en el cementerio».
Fruto de la enorme contestación popular por el ataque con armas en centros educativos estadounidenses, Trump había abierto la puerta durante las últimas jornadas a medidas que se alejan de su tradicional apoyo a las tesis de la Asociación Nacional del Rifle (NRA).
Así, el pasado lunes dio su respaldo a una propuesta legislativa que mejoraría la eficiencia de las bases de datos sobre antecedentes penales, lo que permitiría limitar la compra de armas a quienes tengan un historial delictivo.
En la misma línea, el republicano instó al Departamento de Justicia a proponer una regulación que prohíba la venta de los dispositivos que convierten las armas en ametralladoras, conocidos como “bump stock”. Este mecanismo fue empleado por el tirador de Las Vegas que el pasado mes octubre asesinó a 58 personas.
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