El nuevo delantero mexicano del C.S. Herediano, Omar Arellano, ha tenido una particular historia futbolística; quien en sus inicios fue una de las principales promesas del fútbol azteca, las lesiones lo alejaron del estrellato.
“La Pina”, como lo apodaron, llamó la atención por su rapidez, técnica y habilidad, pero en su segundo año con Guadalajara se perdió 41 partidos por un desgarro en los ligamentos. En total, Arellano estuvo fuera 271 días.
Poco a poco, sus piernas dejaron de ser tan potentes: desgarros, quebraduras en un dedo del pie, cortes, golpes en la rodilla, y nuevamente un debo roto; provocó que el mexicano se perdiera cada vez más juegos.
En las Chivas de Guadalajara se deshicieron de él, y el jugador logró tomar un segundo aire en su carrera futbolística con los Rayados de Monterrey, quien de las manos de Victor Manuel Vucetich jugó casi todos los partidos y se consagró campeón de CONCACAF en la temporada 2012 – 2013.
Tras la salida de Vucetich en Monterrey, el jugador recayó de una lesión y fue contratado por Toluca. Desde entonces ha retumbado en varios clubes sin lograr consagrarse por más de un año en ninguno de ellos.
Llegó inclusive a estar en el Ascenso MX con Leones Negros y Tampico Madero, y en el último torneo fue parte de Ontinyent Club de la tercera división española sin excito alguno.
Agradecido con @csherediano1921, por la oportunidad que me dan para seguir mi sueño. Estoy listo para defender los colores con orgullo. #SomosElTeam pic.twitter.com/HpU4XGkgVW
— Omar Arellano (@o_arellano8) January 15, 2018
Ahora, el delantero luchará con el Herediano para conseguir el título nacional y mantenerse alejado de las lesiones.
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