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Los trucos que utilizan los restaurantes para hacerte gastar más

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Hay todo un esquema psicológico para que invirtamos en los platos que ellos quieren

Descubre los trucos que utilizan los restaurantes a tus expensas, los cuales han sido desvelados por el profesor de la Universidad de Oxford Charles Spencer, quien lleva estudiando el poder de la gastrofísica desde hace 20 años.

1) Mesas circulares

Una mesa rectangular no es igual que una redonda. Las investigaciones demuestran que preferimos las circulares porque evocan mayores sentimientos de placer que las cuadradas o rectangulares. Algunos psicólogos lo atribuyen al hecho de que los objetos angulares están subconscientemente asociados con el peligro. ¿Y por qué no hay mesas redondas en todos los restaurantes?, te preguntarás. Pues porque ocupan más espacio y dejan desaprovechables las esquinas.

No obstante, hay establecimientos que no utilizan mesas circulares adrede. Es el caso, por ejemplo, de McDonald’s, que prefiere que sus clientes consuman rápido para que dejen los asientos libres. También, por ello, utilizan sillas duras, para que no se acomoden demasiado.

2) La música

La mayoría de restaurantes de lujo son conscientes de que la música clásica de fondo motiva a los comensales a gastar un 10% más en comida y vino que si ponen música pop. Además, está comprobado que si el restaurante expone a sus clientes a un ruido fuerte (música muy alta, por ejemplo), su cuerpo les pedirá consumir proteínas. Por tanto, si tienen demasiado stock de pescado o carne, los dueños del bar no tendrán más que subir el volumen.

Aumentar los decibelios de la música es justo el truco que utilizan los bares de copas, pues está demostrado que cuanto más altas estén las canciones, más rápido beben los clientes sus consumiciones; en concreto, un 26% más rápido. Según los científicos, hacemos esto porque el ruido no nos permite conversar.

3) Cubiertos pesados

El peso de los cubiertos influye en la visión del plato que uno está comiendo. «Para demostrarlo, organicé un almuerzo para 150 personas en una conferencia en un hotel de lujo de Edimburgo. A la mitad se les daban cuchillos y tenedores ligeros; a los otros les dieron unos más pesados ​​y caros», detalla Spence a ‘The Daily Mail’. Cuando se les preguntó por los platos, que eran idénticos, aquellos que comieron con cubiertos pesados se encontraban más satisfechos que los otros.

Además, solo con ver los platos, los que estaban acompañados de cubiertos pesados fueron calificados como más atractivos visualmente, lo que llevaría a los comensales, según dijeron, a pagar «mucho más» por la comida. Por ello no extraña que en cenas especiales se sirva la comida junto a cubertería de plata, para que las personas piensen que las habilidades del cocinero son mejores.

4) Personalización

El truco de Starbucks de escribir los nombres de los clientes en los vasos está ligado a la «transferencia de sensaciones». Se trata de un fenómeno que explica por qué nuestros sentimientos hacia algo o alguien cambian cuando lo percibimos como nuestro. El café servido es el mismo, pero si lo bebemos de una taza que lleva expresamente nuestro nombre, no sentiremos lo mismo que si lo hiciéramos en una común. Pasa de ser «el café» a «mi café».

5) El tamaño del menú

¿Cuántos platos debe tener un menú? Según los investigadores de la Universidad de Bournemouth, si la carta del día tiene demasiadas opciones puede hacer que la gente se sienta sobrecargada al no saber qué elegir. Siete platos parece el número mágico: siete primeros, siete segundos y siete postres.

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