El ciclón ha alcanzado categoría cinco y deja destrucción en su paso por el Caribe
El Huracán María tocó tierra ayer en la isla Dominica, devastando buena parte de su territorio y dejando a gran parte de la población incomunicada. De igual forma, esta mañana se ensañó con el archipiélago de Guadalupe con una tromba de agua, viento y rayos.
Se espera que el huracán alcance las Islas Vírgenes y Puerto Rico en la noche de este martes o el miércoles a primera hora, con vientos sostenidos de unos 250 km/h.
Para el caso de la isla de Puerto Rico, hundida en una crisis de deuda pública superior a los 120.000 millones de dólares, María podría ser un golpe fatal. Esta mañana su gobernador, Ricardo Rosselló, llamaba a la población a seguir las instrucciones de seguridad con el objetivo prioritario de evitar víctimas.
“El huracán va a impactar en todo Puerto Rico con una fuerza y violencia que no hemos visto en varias generaciones”, ha dicho el gobernador.
Asimismo, explicó que las casas vulnerables con techos de zinc o madera, no podrán resistir y rogó a los ciudadanos que en vez de aferrarse a sus hogares vulnerables se pongan a salvo en los refugios del gobierno:
“Si no estamos seguros, nuestra vida corre peligro. Las propiedades se pueden arreglar, las vidas no se pueden sustituir”.
Puerto Rico ha abierto 500 refugios con capacidad máxima para unas 120.000 personas y ha iniciado a evacuación de las zonas costeras. Antes que a Puerto Rico le tocará a Islas Vírgenes.
La alerta de huracán también incluye a Antigua y Barbuda, perjudicada días atrás por el huracán Irma, que también alcanzó la categoría cinco y por el cual murieron 40 personas en la isla. Fue la primera isla en recibir a ese ciclón de categoría cinco.
Un segundo huracán, José, también está activo en el Atlántico y ha motivado alertas de tormenta tropical en el noreste de Estados Unidos.
Por Nincy Arévalo y William Aguilar
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