Las alfombras de aserrín son una tradición que llega a Honduras en 1963, cuando por iniciativa de la señora Miriam Mejía de Zapata se comienza a elaborarlas.
La historia cuenta que Comayagua por casi 100 años dejó de tener obispo, fue en el año 1963 que nombran Obispo de Comayagua a Monseñor Bernardino Masarella, ocasión que ameritaba una celebración especial.
Es entonces cuando Miriam de Zapata hace una alfombra frente a la Catedral y posteriormente las elaboraba frente a su casa todos los Viernes Santo.
Actualmente, más de cuarenta grupos entre familias, empresas e instituciones decoran las 24 cuadras que comprende el recorrido del viacrusis, con coloridas alfombras de aserrín multicolor.
Esta tradición que se ha ido extendiendo a otras ciudades del país, ha permitido que la ciudad de Comayagua se convierta en uno de los principales atractivos turísticos durante la Semana Mayor, por su valor artístico y el esfuerzo artesanal para elaborarlas.
Coloridas y con un enorme significado espiritual, las alfombras de aserrín adornan este Viernes Santo varios rincones de Honduras.
Galería: Alfombras de aserrín en Honduras
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